¡Atención, chilangos con el alma negra! Ya llegó a la ciudad un helado justo para ustedes. Se llama Ponidark –la novedad es que es totalmente helado negro, desde el cono en el que lo sirven hasta la galleta de unicornio que lo decora– y lo encuentran en la Heladería Escandón. Fuimos a probarlo para ver por qué hay tanto alboroto alrededor de esta creación congelada y aquí les decimos qué tal está.

Hay tres sabores: dos son de leche (el de vainilla y el de frutos rojos) y el otro es vegano (es de chocolate y está hecho con leche de coco). Adrián Romero, gerente de la heladería, nos contó que próximamente habrá de limón y fresa (bajos en azúcar), alguno con piquete y es posible que también se hagan colaboraciones especiales.

En cuanto a los precios: un helado negro sencillo cuesta $40, el Ponidark (helado más galleta de unicornio) está en $55, el Ponihelado (helado más crema batida, diamantina y perlitas) está en $60 y la malteada, en $75.

¿A qué sabe el helado negro?, ¿vale la pena?

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Le entramos al Ponidark de vainilla, el que más chilangos han pedido hasta ahora. La primera vez que lo pruebas te sorprende un poco, ya que no te esperas algo dulcecito debido al intenso color. No es igual que helado convencional porque no tiene tan marcado el sabor a vainilla y es un poco más cremoso. No está empalagoso, pero, si eres dulcero, te recomendamos comer la galleta de unicornio al mismo tiempo que tu helado para acentuar el sabor azucarado de ambos. El final es el cono, ese sabe igual que uno normal.

Si planeas ir en los próximos días te recomendamos tres cosas: checar las redes sociales de la heladería para asegurarte de que sí tendrán helado negro (porque vuela como pan caliente, el primer día se les fueron 30 litros en cuatro horas), tener paciencia porque puede haber fila, y comértelo afuera si es que el lugar está lleno, porque se calienta y se te derretirá más rápido.

El helado dark… que no es tan dark

Más allá de su color, el propósito de este helado negro es tan dulce como su sabor. «El concepto busca recordar la infancia», nos cuenta Adrián. «Como de niños todos nos pintamos de colores la lengua con las paletas, la idea es que este helado haga lo mismo. Por eso les pedimos a los clientes que se tomen foto con la lengua pintada».

Para los curiosos a los que les interesa saber qué hay detrás, de qué está hecho y de dónde salió la idea, aquí está lo que sabemos: La idea original nació en Japón (no hay un lugar exacto, algunos creen que fue en Ontaro o Hakodate, y otros más que fue en Saitama). Los dueños de la heladería chilanga visitaron ese país y les latió la idea, además de que algunos clientes lo sugirieron.

El ingrediente común que logra el helado negro es el carbón, pero el de esta heladería es secreto. Nos dijeron que el carbón dejaba una textura muy tierrosa y no les gustó, así que hicieron más pruebas. Lo único que sabemos es que es vegetal.

Cuéntanos, ¿te mueres por probar este helado o la neta ni se te antoja?

Y si lo tuyo son los postres, checa este #versus de helados con piquete.

Heladería Escandón, Martí 61, Escandón, 7045 5573, lun-jue 12-20:30 h, vie-sáb 11-21 h, dom 11-19 h, $ promedio: 40-120