El Día de muertos es una de las festividades favoritas de todos los mexicanos por muchas cosas: los disfraces, las flores de cempasúchil, los altares, pero sobretodo… ¡el riquísimo pan de muerto!

Y es que nadie puede resistirse a comerse un pancito recién horneado con café o chocolate caliente, para endulzar tu vida por un rato, a pesar de que esté hecho para honrar quienes se nos han adelantado.

Estamos a nada del Día de Muertos y seguro están en busca de los mejores panes. Nosotros nos dimos a la deliciosa tarea de probar muchos y encontramos algunos que están increíbles.

Panaderías muy tradicionales en México como El Globo, se han caracterizado por conservar los sabores más artesanales y tradicionales, por ejemplo, actualmente realizan un pan de muerto ¡relleno de nata! Y ahí les va un spoiler, están deliciosos.

Hay varias versiones que narran el origen del pan de muerto. Pero, ¿sabes de dónde viene esta famosa tradición?

La primera data de antes de La Conquista. Se dice que, en ese entonces, se realizaban ofrendas a los Dioses con el corazón de las doncellas más hermosas; lo sumergían en amaranto y luego lo comían sin pena alguna. Sí, por más retorcido que esto suene: a nuestros antepasados les gustaban mucho éste tipo de rituales.

El pan de muerto es una de las tradiciones más nostálgicas y deliciosas de México de la cual todos estamos súper orgullosos.

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