Octo es un proyecto gastronómico liderado por el chef Óscar Garza —también al frente del menú de Bruna— que además es una joya arquitectónica en Guadalajara. Este restaurante se especializa en comida del mar con alimentos frescos, aunque su propuesta culinaria es mucho más amplia. 

Entre los objetivos de Octo está potencializar la cultura de los mariscos para cenar, no solo a la hora de la comida o en días calurosos. Además, invita a darle la bienvenida a los sabores puros de los pescados: nadie te va a señalar por atascarlos de limón, pero sí te invitamos a no hacerlo en automático. 


El menú de Octo en Guadalajara

Las entradas son ideales para compartir y muy bien servidas. Entre estas destacan el aguachile verde de langosta, con pepinos encurtidos y aguacate; y el chicharrón de pulpo, sobre puré de aguacate, acompañado de tomate cherry y tortillas de maíz. Un imperdible es el pan brioche, que se sirve recién horneado con barniz de mantequilla y chimichurri para acompañar. Está hecho en divisiones geométricas perfectas, ideales para compartir entre los comensales.

De platos fuertes te recomendamos en robalo en tinta de calamar, con obleas crujientes de pulpo y aceitunas calamata; o el wellington de salmón, cubierto de duxel de portobello y espinaca, envuelto en hojaldre. Claro, si la comida del mar no es tu hit —o tienes alergia a dichos productos— también hay pastas y opciones de carne. O en una de esas, por qué no, también puedes pedir algo de Bruna, hermano mayor de Octo y precursor de la mixología en Guadalajara.

Como el postre se va a otro estómago, es imperdonable que no pruebes su mousse de yuzu, con bizcoch de bergamota, confit de limón, chocolate blanco y lámina de oro comestible; y, por supuesto, el ladrillo de chocolate, que es un bizcocho sacher relleno de cremoso de maracuyá, ganache de chocolate amargo y cubierta de chocolate blanco con almendra. Además de su sabor, es la estrella del lugar por ser idéntico a los ladrillos hexagonales con los que está construido el restaurante.

Octo como una joya de la arquitectura tapatía

Desde que entras a Octo, sabes que estás en un lugar especial. Esta casona de los años 60 se renovbajo la visión de Luis Manuel Hernández y del arquitecto Fernando Hernández —Herre Arquitectos—, con lo que obtuvo el Prix Versailles 2022, otorgado por la UNESCO a lo mejor de la arquitectura mundial, en la categoría Special Prize for an Exterior en el área de Norteamérica.

Este restaurante, que puede evocar a un panal, está construido a base 250 mil ladrillos colocados a mano, con muebles hechos exclusivamente para el lugar y una disposición de escaleras y balcones única, en la que destaca su cocina abierta, e incluso platos hechos en un solo movimiento. Entre las materias primas se pueden apreciar el latón, la madera tzalam, el granito y el vidrio soplado, todas trabajadas por artesanos expertos: es un lugar para comer rico y apreciar su estética, misma que varía durante el día según la caída de la luz natural. 

En Octo ni sabes para dónde ver: las plantas se eligen según la temporada y el piso representa manecillas del reloj avanzando, mientras que puedes apreciar esculturas de Sofía Crimen; y hasta darte una escapada a la Galería Bruna si andas en mood más artístico. 



Dirección: C. Miguel Lerdo de Tejada 2420, Col. Lafayette, Guadalajara, Jalisco, México.

Horarios: martes y miércoles, de 14:00 a 00:00 horas; jueves a sábado, de 14:00 a 1:00 horas; domingo de 13:00 a 20:00 horas.

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