El restaurante Campobaja está por cumplir su tercer aniversario. Es uno de nuestros lugares favoritos para comer mariscos por su arduo trabajo gastronómico que se cimenta en la pasión, el respeto al mar y a sus productos. Durante las Noches de Tlacuache, una serie de cenas colaborativas entre amigos –que se han convertido en tradición– reúnen estos y otros requisitos para que disfrutes de una velada muy especial.

Noches de Tlacuache

Primero lo primero. Las Noches de Tlacuache son cenas ocasionales pero muy bien planeadas en las que el equipo de Campobaja colabora con otras personalidades de la cocina, chefs y restauranteros para preparar una cena inolvidable.

Nosotros asistimos a la última cena en la que colaboraron el chef veracruzano Erik Guerrero, de DOS Restaurante, y Jose Luís León, la mente maestra detrás de la Licorería Limantour. Para que te des un quemón, te platicamos cómo estuvo el festín y no faltes a la próxima cena de Noches de Tlacuache.

Cenamos lo que el mar nos dio

Noches de Tlacuache

Foto: Campobaja

Pesca sustentable, comercio justo, y adaptación temporal fueron algunos de los mandamientos que se cumplieron religiosamente para ofrecernos a los chilangos alimentos casi recién salidos del mar. En el menú destacaba el nombre del pescador y el origen de los ingredientes principales. Todo venía de Las Barrancas, Veracruz, a excepción de la langosta roja espinada proveniente de Baja California.

Para empezar

Noches de Tlacuache

Foto: Sthef Mandujano

El menú es largo pero con mucha personalidad. Son más de diez platillos que puedes pedir por separado, algo que está muy bien porque solo comes lo que se te antoja.

De entrada tuvimos cuatro opciones. La primera: un huachinango curado con elote tatemado y salda verde; como segundo hubo una tostada de bonito alcaparrado muy bien curado y ahumado acompañado de guacamole y chile cascabel.

Una ensalada de mejillones con hortalizas enchilpayadas aparece como una gran sorpresa verde que se hace constante. Por último disfrutamos a la luz de las velas un ceviche de rubia con piña ahumada y mayonesa de habanero.

A seguir dándole

Noches de Tlacuache

foto: Sthefany Mandujano

El plato que se llevó la noche fue un taco de jaiba desnuda. Literal, una jaiba sacada con técnica impecable de su caparazón, sobre una tortilla con un poco de tamarindo y mayonesa de morita. No le hace falta nada y vas a querer dobletear. ?

Otro inolvidable de la noche fue la cherna con jugo de huesos. En una presentación similar a los Cabbage Patch Kids, el pescado viene envuelto en una col morada y bañado en mantequilla quemada. El amor puesto es este plato se siente en cada cucharada.

Por supuesto que tampoco despreciamos la rubia al carbón en totomoxtle; el huachito con salsa verde y plátano fermentado; y la recién nacida: una tostada suave de caracol canelo y langosta roja.

Para maridar nuestro alimentos Campobaja y Jose Luis León se lucieron con dos cocteles súper apropiados para la ocasión. Los nombres: Lagunilla y Xochimilco. El primero de ron con bacanora, mango, y soda de cebada es algo pegador pero muy bueno para limpiar la boca antes de continuar con otro plato. El segundo fue un alegre aperitivo –para ruborizar las mejillas– hecho con ginebra, aperol, licor de ruibarbo, cinzano y zanahoria.

Para el postre

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Como era de esperarse para el postre también utilizaron ingredientes que son de temporada. Una natilla de melocotonar con cacao molido y cacahuate garapiñado, te remontará a tu infancia. El flan de zapote negro con láminas de macadamia y crema de ron fue adictivo.

Próximas Noches de Tlacuache

Manténte al pendiente de las próximas Noche de Tlacuache estamos seguros que será una experiencia única y así como nosotros, querrás volver de nuevo. También checa sus celebraciones de aniversario en la que también habrá una cena muy especial.

Dónde: Colima 124, Col. Roma

Cuándo: martes a sábado de 13:00 a 01:00; domingo de 13:00 a 19:00

Costo: $480-$700 por persona