2012 fue un gran año para la gastronomía capitalina.Hicimos un recuento de lo que hemos vivido los foodies de corazón en nuestra querida capital.

Eventos

Mesaamerica

Este fue el grande. Después de admirar aquellas cumbres gastronómicas como Madrid Fusión y Gastronomika en San Sebastián nuestros chefs mexicanos se pusieron de acuerdo para crear un magno evento que poco le pide a los antes mencionados. Representantes de algunos de los mejores restaurantes de México y el mundo se presentaron en el auditorio Blackberry para exponer sobre sus ideas de la cocina y nociones de la gastronomía nacional. Basta decir que Enrique Olvera de Pujol y Mikel Alonso de Biko compartieron escenario con Albert Adriá, Rick Bayless y Rosío Sánchez de Noma en Copenhague.

Cerveza México

Decir que la chela es la bebida nacional es quedarse corto. Los muchachos de la cervecería Primus lo saben y por tercer año consecutivo se han juntado con otras 50 microcervecerías artesanales de todos lados del país para exponer su producto. Lejos de aquellas “cervezas” que parecen agua, acá fue un oasis de bebidas de malta con cuerpo, aroma y propuesta. Había para todos, si te gusta la red ale, la porter, claras, lagers, oscuras, de chocolate, canela o lo que se te ocurra, había una compañía que podía satisfacerte. Como dato: la Cervecería Hacienda y sus tres tipos de cerveza (Hidalgo, Catrina, Jaguar) no tienen perdón de Dios.

Millesime

Durante tres días, la puerta se abre a la una de la tarde. Pero eso no importa, porque una vez adentro, todo está diseñado para que pierdas la noción del tiempo.En cada pasillo, los cocineros tienen montadas degustaciones en miniatura con sus mejores platillos o platillos creados para la ocasión. Este año, había un grupo de “cocineros del DF”, en el que Pedro Martín (El Secreto) sirvió chipirones, Ricardo Muñoz Zurita (Azul Histórico) una cochinita pibil, Edgar Nuñez (Sud 777) una sopa de frijol con polvo de bugambilia y Elena Reygadas (Rosetta) un plato con lengua y otro con sardinas. También estuvo la pareja delJaso: Sonia Arias, quien preparó un postre con polenta, y Jared Reardon que tenía erizo, jabugo y caviar a su entera disposición.

Corredor Roma-Condesa

Después de tantos años de Corredor, por fin 2012 fue el año gastronómico, o al menos en parte. Uno podía tomar su bicicleta e ir de panadería en panadería y de restaurante en restaurante guiado por un mapa de los establecimientos participantes. Hamburguesas inéditas del Kitchen 6, la visita de chefs italianos a Rosetta (con todo y nuevo menú), una guerra de chefs en Sesame y demás ofertas especiales tomaron lugar en dos días que celebraron lo mejor de las dos colonias de moda en la capital.

Aperturas

Máximo Bistro

En realidad abrió a finales del 2011, pero entonces era como el pequeño restaurante popular de barrio con esa extraña idea de vender menús de comida corrida con ingredientes de alta cocina. En 2012 nos dimos cuenta de que no era ningún juego ni ningún “pequeño restaurante.” Para entrar a Máximo necesitas reservación, no hay más, y es que la fama de este sitio ha ido escalando hasta lugares insospechados por la espectacular comida del chef Eduardo García. Su oferta ha empezado a revolucionar la escena gastronómica capitalina y la alta cocina de barrio está en boga.

Máximo Bistro

Tonalá 133, Roma Sur, 5264 4291.

Azul Histórico

Ricardo Muñoz Zurita no puede parar. Tras su gran éxito con el Azul y Oro de CU continuó con su carrera como investigador de la gastronomía nacional hasta instalar un nuevos restaurante llamado Azul Condesa. Sin embargo este año con Histórico ha dado en el clavo. Su oferta mexicana contemporánea se encuadra dentro de un palacio colonial de piedra en el Centro Histórico de la ciudad donde se exaltan todos los sentidos. Con el mezcal como bebida consentida y cada detalle cuidado para ofrecer una experiencia realmente mexicana, este es el nuevo sitio a dónde ir cuando se visita el centro.

Azul Histórico

Isabel la Católica 30, Centro Histórico, 5510 1316.

Quintonil

Jorge Vallejo, un alumno más de la escuela del restaurante Pujol de Enrique Olvera, se instaló en medio de Polanco para crear una oferta mexicana de alta cocina. Siguiendo la tendencia capitalina, la carta de Quintonil utiliza ingredientes de gran calidad y de origen nacional para hacer platillos de gran estética y aún mejor sabor. Y este no es un lugar donde encontrarás geles o espumas, de hecho hay chicharrón, lechón y sopa de frijol pero todo con un toque de alta escuela y elegancia.

Quintonil

Newton 55, Polanco, 5280 2680.