Diputados mexicanos aprobaron en lo general una iniciativa de ley que propone modificaciones al etiquetado de alimentos en el país, una victoria para ciudadanos, organizaciones y especialistas que han alertado sobre omisiones del actual etiquetado.

Durante la votación de este martes 1 de octubre, los legisladores mexicanos votaron 445 a favor, cero en contra y tres abstenciones a las reformas a la Ley General de Salud en materia de sobrepeso, obesidad y etiquetado de alimentos y bebidas no alcohólicas. La ley hora pasará al Senado para su análisis y votación

Qué implica la nueva ley de etiquetado de alimentos

Etiquetado de alimentos

Diputados de Morena protestan en tribuna a favor del nuevo etiquetado de alimentos. Foto: Victoria Valtierra/Cuartoscuro

El nuevo etiquetado de alimentos implica que las empresas estarán obligadas a incluir en la parte frontal de alimentos y bebidas si dicho producto incluye ingredientes dañinos a la salud, como azúcar añadida, sodio, grasas y alto en calorías en general. Básicamente, sellos de advertencia. Etiquetas fáciles de leer hasta para los niños.

“El objetivo del etiquetado frontal de advertencia es que el consumidor pueda saber, de manera fácil, entendible y rápida, si un producto tiene altas concentraciones de los llamados nutrimentos críticos (azucares, grasas saturadas, sal-sodio) y calorías, cuyo alto consumo se vincula al incremento del sobrepeso, la obesidad y la diabetes”, indicó Alejandro Calvillo, director dell Poder del Consumidor, organización que ha participado activamente en campañas a favor del nuevo etiquetado.

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De acuerdo con Etiquetadosclaros.org, el actual etiquetado de alimentos en México es tan complicado que ni estudiantes de nutrición pueden interpretarlo adecuadamente, además no tiene sustento científico y no sigue las recomendaciones de salud ni de la Organización Mundial de la Salud ni la FAO o Unicef.

El ejemplo chileno de etiquetado de alimentos

The New York Times reportó que uno de los sistemas de etiquetados de alimentos más ambiciosos de Latinoamérica es el de Chile. Para enfrentar la epidemia de obesidad, el gobierno chileno decidió enfrentar la comida chatarra a través de “una serie de restricciones en la publicidad, rediseños obligatorios de los empaques y reglas sobre los etiquetados que buscan transformar los hábitos alimentarios de los 18 millones de habitantes del país sudamericano”, indicó el diario internacional.

En tan sólo tres años, el etiquetado de advertencia de Chile logró reducir en 14% la compra de cereales azucarados para el desayuno, en 25% de la compra de bebidas azucaradas, el 17% menos en la compra de postres envasados y una reducción de un 25% de azúcares en las categorías de alimentos, informó en julio pasado el Ministerio de Salud de Chile.