Valle de Bravo es una de las escapadas clásicas de lxs chilangxs, una de esas que aprovechamos para desconectarnos, hacer cosas diferentes y comer rico en lugares como Solar. Este restaurante solo utiliza ingredientes orgánicos locales, por lo que trabajan directamente con ranchos y huertos de la zona, lo que lo convierte en un oasis de sabor para sus visitantes.

La comida de Solar está a cargo de Steve Bell, chef originario de Filadelfia que ha trabajado en Buenos Aires con Pablo Massey; en Sao Paulo con Rodolfo de Santis; y en México con Elena Reygadas. Como te imaginarás, su labor con la mejor chef mujer del mundo según The World’s 50 Best también se traduce en una pasión por la panadería de masa madre —que también puedes comprar para llevar— las baguettes y postres.

En tu próxima visita a Valle de Bravo, ya sea después de meditar, perderte en sus calles empedradas, o hacer deportes como esquí acuático o paramente, Solar es el lugar ideal para recargar energías o solo pasar el rato.

¿Qué se puede hacer en Valle de Bravo?

Valle de Bravo está a aproximadamente dos horas de la CDMX, puedes llegar con solo un autobús, e inmediatamente te sentirás desconectadx del caos.

Entre algunos de los spots que puedes visitar están la Casa Gironella, hogar de Alberto Gironella, representante de la Generación de la Ruptura; la Parroquia de San Francisco de Asís, que data del siglo XVI; la Capilla de Santa María, con su Cristo Negro; el Jardín El Pino, en donde habita un ahuehuete de 700 años de edad, el más antiguo del país; así como el tradicional Mercado de Artesanías.

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Solar: Más sobre el menú del restaurante en Valle de Bravo

La ventaja de Solar para tener un restaurante farm to table es su ubicación: mientras esto es un reto para venues en lugares más citadinos, aquí todo está lleno de campo, por lo que con voluntad es algo muy tangible. Por supuesto, su menú depende de las cosechas y son aliados de huertos y ranchos alrededor de Valle de Bravo.

Todo el menú de Solar está hecho con ingredientes locales —te sorprenderías si supieras cuántas clases de tomates puedes probar— y, aunque todo esto de lo orgánico suena aburrido, en realidad se trata de platillos deliciosos. Entre estos destacan el tiradito de trucha ahumada, la pizza al horno, el risotto del huerto, sus sándwiches artesanales y más; por supuesto, puedes confiar en que su lechuga, arúgula y más están recién cortadas.

Entre los postres destacan el rol de canela y cacao, el budín de pan focaccia y sus helados. Para tomar, hay sidras francesas y mexicanas, varios tipos de vino, tepache madre o gin del huerto; eso sí, no hay rastro del refresco, para eso hay Félix, marca mexicana de agua de fruta con agua mineral.

Una prueba de que este paraíso gastronómico apuesta por el comercio justo, es que no es raro encontrarte a productores locales en el lugar, vendiendo higos, hongos y más. Solar también es un restaurante lleno de libertad en el que también hay conciertos y otro tipo de amenidades, así como terraza abierta que da a su jardín de media hectárea, en donde toda la familia puede divertirse, así que nada de sentirse presionado a pagar e irte ni sacrificar la sobremesa.

Dirección: Paseo Acatitlán 61. Valle de Bravo.

Horario: Miércoles y domingo 9:00 a 19:00 horas; jueves, viernes y sábado, 9:00 a 22:00 horas

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