En algún momento te platicamos de Los Hijos del Maíz, un lugar especializado en chilaquiles, pero no te habíamos contado de su platillo más engordador.
Nos referimos al pambazo de chilaquiles. Como nos quedaban nuestras dudas de si este alimento sería una delicia o más bien un sacrilegio que no debió haber venido al mundo, no nos quedamos con las ganas y nos lanzamos a probarlo.
Fuimos a su sucursal de la Roma. Lo primero que te da la bienvenida es música guapachosa, que te pone de buenas y te hace mover el piecito.
Luego, el encargado te lleva la carta y es el momento de empezar a salivar, porque —como ya se dijo— aquí la especialidad de la casa son los chilaquiles con preparados poco comunes, como los de cochinita pibil, los de espinacas a la crema, los de tres quesos mexicanos y los de chicharrón prensado. Pedimos estos últimos —porque gordo—.
Chilaquiles con chicharrón
Lo interesante es que los puedes paquetear con sopa o ensalada, agua del día, jugo o fruta y café. Buena opción si vas en plan desayunador y quieres algo que te dé energías para buena parte del día. Ns fuimos por la sopa y elegimos una de salsa de frijol con tortilla.
Sopita de frijol
Pero lo mejor estaba por venir y era la razón por la que vinimos hasta aquí: el pambazo de chilaquiles. Este se encuentra la sección del menú de “chilaquiles con pan”, en la que coexiste con el tecolote (chapata de semillas con chilaquiles) y —OMG!—, la torta de chilaquiles con cochinita pibil.
Sin embargo, fuimos firmes en nuestra determinación y nos echamos el pambazo de chilaquiles, que estaba tan generoso que no encontrábamos ni por dónde abordarlo.
¿Te lo dabas? (Pável M. Gaona)
Podemos decir que el pambazo de chilaquiles sí que une lo mejor de dos mundos: el pan suavecito del pambazo con su tradicional relleno de papa y lechuga, más una abundante ración de chilaquiles con crema, queso, cebolla y aguacate. La verdad, una de esas cosas que seguramente harían palidecer a nuestros amigos de provincia, pero que a nosotros nos encantan.
Hijos del Maíz, Nueva York 264, Nápoles / Insurgentes Sur 277, Roma, lun-dom 8-16:30 h (ambas sucursales)
También lee:
La hora del abrazo al Museo Soumaya