Suele pasar que cuando viene alguien de afuera y pregunta por los mejores restaurantes de la CDMX para conocer la verdadera gastronomía del país recomendamos siempre lo mismo: los del Centro Histórico, los de la Roma-Condesa, Polanco o Coyoacán. Pero esta ciudad es tan grande y diversa, que hay ofertas culinarias de excelente calidad alejadas de esas zonas que se han vuelto un poco lugar común.

Conocimos Bencomo, un restaurante de comida contemporánea ubicado en la zona surponiente de la ciudad, en San Jerónimo. Fuimos a la primera de sus experiencias gastronómicas que tienen como objetivo formar una ruta con los sabores de los Pueblos Mágicos de México, fue una cena con maridaje cuyos platos estaban inspirados en lugares de Puebla.

El chef de Bencomo es Erick Pedregal Peña, recordaremos su nombre porque todos los platos que presentó fueron muestra de una gran imaginación y de técnicas depuradas, además, se nota que detrás de cada platillo hubo una investigación profunda de los ingredientes locales, de los usos y costumbres de las cocinas populares y de la historia de los Pueblos Mágicos de Puebla.

Pocos restaurantes se toman la molestia de realizar este tipo de trabajo para llevarlo hasta las mesas.

¿Qué comer en este restaurante?

El objetivo de Bencomo es ser un bastión de autenticidad. Su cocina, reflejo del esfuerzo de todo un equipo, y su arquitectura tan única, convergen en una narrativa de exploración de la riqueza cultural y culinaria de México en un ambiente clásico y acogedor, donde el servicio en sala se convierte en un viaje en el tiempo.

La carta tiene platos típicos de distintas regiones del país. Se puede ir a desayunar los típicos chilaquiles, un pan calientito con café, omelettes con huitlacoche y flor de calabaza, enfrijoladas, pero también se pueden comer deliciosos platillos tradicionales pero con toques contemporáneos como un pulpo a las brazas o tuétano, unos tacos placeros, enchiladas de mole o unas tostadas de atún. Es decir, platos que aseguran que se llevarán lo más representativo de los restaurantes mexicanos.

No obstante, también hay platos súper diferentes, como las Tlayuditas Zicatela: tostada hecha en casa, atún, rábano rojo, quelites y jitomate cherry; la Ensalada Placera: nopales, cama de chicharrón, guacamole y queso panela asado; Chilpachole de Jaiba y Camarón: estofado de chiles, jitomate, maíz, jaiba, camarón, rábanos y elotitos baby; el Chicharrón de Rib Eye: tacos con esta carne crujiente acompañada de guacamole, salsa de chile serrano asada, o Pesca del Día con Salsa de Hoja Santa: pesca sustentable del día, salsa verde de hoja santa, mantequilla, vino blanco. y tomatillo, zanahorias baby caramelizadas con miel y especies.

Uno de sus platos estrella es El Arroz Tres Leche, que no es más que arroz con leche en forma de elote. Sí, así como se lee. Parece un meme servido a la mesa: un elote con sus “granos” y “cáscara”, pero que en realidad al partirlo es otra cosa. Un postre dentro de una mazorca hiperrealista.

Experiencia de los Pueblos Mágicos en Bencomo

El primer menú de este tour gastronómico exploró los Pueblos Mágicos del estado haciendo homenaje a platillos tradicionales de Atlixco, Zacatlán de las Manzanas, Huauchinango y otros sitios icónicos de la región. 

Conformado por cuatro tiempos con su respectivo maridaje, el primer plato fue una Ensalada Tibia, tenía manzanas de la región, puré de chícharo y albahaca, la parte crocante estaba dada por chinicuiles fritos. Una ensalada fuera de lo común, con un abanico de texturas y sabores que realmente abrieron el apetito.

A esta entrada le siguió un Taco de conejo, carne en cocción larga, salsa borracha de cerveza y quelites. Un ejemplo de cómo algo tan común como un taco se puede llevar a otro nivel.

De plato fuerte, un Pipián de Huauchinango. La proteína era una papada de cerdo en cocción lenta que reposaba sobre un pipián dulce y picosito con semillas de mostaza que daban un balance de sabores espectacular.

Así luce el Pipián de Huauchinango. Fotos: cortesía Bencomo

De postre, la Tortita de Santa Clara, esta fue la interpretación del chef de las tradicionales del Convento. Llevaba helado de macadamia, comino, gel de maracuyá y romero.

Este tipo de experiencias seguirán realizándose, solo hay que estar pendientes de sus redes para cachar la próxima.

Para aprender a catar vinos

Un plus de la experiencia de Bencomo en la cena de Pueblos Mágicos fue la selección de Magaly Aboytes Duran y Jaime Girones Victoria, sommeliers invitados para maridar la experiencia.

Con paciencia y mucha gracia, lxs sommeliers mostraron cómo probar un vino, cómo saber distinguir a uno de otro, cómo saborearlo y disfrutarlo a la par de la comida.

Esta cena incluyó Muscat de Rivesaltes de Gerard Bertrand, proveniente del sur de Francia y una selección de vinos de Cosme Palacio, de La Villa de Laguardia, donde la uva se recolecta manualmente, limitando la producción para potenciar su intensidad y equilibrio. 

Esta es una gran opción para descubrir otra gastronomía mexicana, una que si bien tiene platos tradicionales, cuenta con opciones originales y deliciosas para impactar tanto a extranjeros como a locales.

Dónde: Luis Cabera 52, San Jerónimo, CDMX

Horarios: lunes a miércoles 8:00 a 00:00 horas; jueves a sábado 8:00 a 1:00, domingo 8:00 a 21:00 horas

IG: @bencomo_rest

Costo de la experiencia Pueblos Mágicos: $1,150 (incluye maridaje con cada plato)