Ya de nada podemos estar seguros. Uno anda por la vida pensando que la comida tiene un origen de acuerdo a su nombre, ¡y resulta que hemos vivido engañados! Aquí te dejamos una lista de siete alimentos con falsas denominaciones de origen y de dónde provienen realmente, los muy farsantes.

Torta cubana

La torta cubana no se inventó en Cuba, sino en México. Cuenta la leyenda que este delicioso atasque, que tiene de todo un poco y que es un reto para los más tragones, se llama así porque fue creada por un cubano. Pero eso sí, no por cualquier cubano, sino por el mismísimo Fidel Castro.

Así es, el propietario de La Casa del Pavo —un lugar del Centro Histórico que tienes que conocer— asegura que un día el mismísimo Comandante llegó al local y preparó las tortas con sus propias y revolucionarias manos. Qué tanto sea verdad esta historia, no lo sabemos, pero de lo que sí estamos seguros es de el platillo fue creado en tierras mexicanas, básicamente porque en Cuba, pues no hay tanta carne, je.

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Enchiladas suizas

La calle de Tacuba no sólo vio nacer al café que le dio nombre a una de las bandas más emblemáticas del rock nacional, también trajo para nosotros uno de nuestros platillos consentidos: las enchiladas suizas. Fue en el Café Imperio donde este alimento fue preparado por primera vez y se le nombró así debido a que estaban bañadas en unas salsa de tomate no picante con queso gratinado encima, guardando semejanza con los colores de la bandera suiza. Cuando en Sanborns comenzaron a prepararse las enchiladas suizas con salsa verde, algunos creyeron que el nombre suizo venía por la similitud del queso gratinado con la nieve de los alpes suizos, pero no. Por cierto, las enchiladas suizas no pican precisamente porque su creador, el chef del Café Imperio, sirvió al mismísimo Maximiliano de Habsburgo, por lo que los alimentos que preparaba no estaban condimentados con picante.

Cacahuate japonés

Esta botana no nació en Japón, ni siquiera cerca, sino en el mismísimo barrio de La Merced. Eso sí, su creador era de origen japonés, el señor Yoshigei Nakatani, quien elaboraba el producto de manera artesanal y lo distribuía a los clientes cercanos, ubicados principalmente en La Merced y la Central de Abastos. Más adelante consolidó una empresa de manera formal, de nombre Nipón (sí, la que tiene una japonesita de perfil en la envoltura). Como el proceso de fabricación nunca se patentó, otras empresas como Sabritas y Barcel tomaron el producto y desplazaron a la empresa Nipón en el mercado.

Salsa Tabasco

Así como hay productos que parece que nacieron en el extranjero pero en realidad son mexicanos, a la salsa Tabasco le pasó al revés: fue creada en Estados Unidos en la ciudad de Nueva Orleáns. Cuenta la historia que un viajero recién llegado de México le regaló a Edmund McIlhenny un manojo de chiles rojos, y él los plantó en su pequeño huerto. Con esos chiles, creó la hoy famosa Salsa Tabasco. ¿Por qué le pusieron este nombre? Edmund quería que la salsa se llamara originalmente Petite Anse (la isla donde puso sus sembradíos de chile), pero como sus familiares se opusieron a que el nombre de la isla fuera comercializado, él decidió ponerle “Tabasco”, por la similitud climática entre ambas regiones y en honor al origen mexicano del chile rojo.

Pizza hawaiana

Últimamente se ha puesto muy de moda odiar la piña sobre la pizza, y mucho de este odio ha ido a parar a tierras hawaianas por lo que muchos consideran una aberración culinaria. Pues tranquilos, porque esta pizza ni siquiera se inventó en Hawaii, de hecho, son dos países los que se pelean la paternidad de este platillo. Unos dicen que viene de Alemania, donde la tostada Hawaii, que se elabora con piña, mutó en la pizza hawaiana. Pero Sam Panopolus, un canadiense de origen griego (¿globalización dónde?) también se atribuye su creación, diciendo que él fue el primero en idear esta pizza de jamón con piña. Como quiera que sea, no fue en Hawaii donde nació, así que ya saben a dónde pueden dirigir su odio o su amor, según sea el caso.

Hamburguesa

La hamburguesa, quizá el alimento más popular de la comida rápida a nivel mundial, no fue creado en Hamburgo, sino que sus primeros antecedentes se remontan al Imperio Romano, donde los patricios comían un filete de carne molida, especias y vino. El hecho de que se utilizara carne molida se debía a que así se aprovechaba toda la carne, aún la de mala calidad, sin desperdiciar. Debido a rutas comerciales, este alimento pasó a Hamburgo, para posteriormente llegar a Estados Unidos, donde varias personas se atribuyeron el invento de la hamburguesa tal y como la conocemos hoy en día: entre dos panes y acompañada con diferentes aderezos y vegetales.

Milanesa

Y si con la hamburguesa creías que acababa la historia, pues no. A pesar de que fue en Milán donde se hizo popular la carne empanizada (donde se le conocía como cotoletta a la milanese), su origen es Austriaco. Fue gracias a las invasiones austriacas sobre el norte de Italia que este alimento se hizo popular ahí, tanto que comenzaron a llamarla simplemente ‘milanese’. Luego, gracias a las migraciones italianas a diferentes territorios americanos (principalmente Argentina y Uruguay), es que este platillo llegó a nuestro continente y se fue ganando un lugar en la gastronomía local.

¿Qué tal, cuál de éstas te sabías? ¿Conoces alguna otra falsa denominación de origen respecto a la comida? Por fortuna nuestros amados tamales oaxaqueños sí son de Oaxaca, o nos hubiera dado el soponcio.

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