Steven: Aquí sucede como en el partido del domingo de Alemania contra Australia. No hay comparación entre los dos "equipos". El relleno de helado del Eskimal es de un color espantoso, tiene la consistencia de hielo raspado, y no sabe nada a vainilla. La galleta se desbarata facilmente y además es pegajosa. Terminas con las manos embarradas de chocolate.
Andrea: Mhhh.. la verdad no quisiera empezar la competencia gastronómica siendo negativa pero a decir verdad, ninguno de los dos me parece un manjar digno de los dioses. Siento que la mezcla de elementos no va bien; como dice Steven, la galleta se desabarata y terminas tratando de comer un gran pedazo de helado con un pequeño pedazo de galleta. Además el sabor y la textura de los helados deja muuuucho que desear.