El chistecito de llenar los vasos de los corredores del Maratón de la CDMX este domingo le va a salir caro a quien lo hizo.
Este domingo un hombre en aparente estado de ebriedad grabó un video en el que le vació una botella de ron a los vasos de bebida isotónica que estaban listos para hidratar a los corredores.
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Los hechos ocurrieron sobre la avenida Presidente Masarik, en Polanco. El gracioso se grabó y compartió el video en redes sociales.
“Mañana, a tope todos. (…) carrera va a ser la mejor del mundo. Mañana todos van a salir veloz como ‘Tiro la Blanco’”, se oye en la grabación en la que no se ve su rostro solo su mano con la botella.
Aunque borró el video y sus redes sociales, otras cuentas lo replicaron y se volvió viral.
Ahora las autoridades ya buscan al responsable por atentar contra la integridad física de las y los deportistas, informó el Instituto del Deporte de la CDMX.
“El Indeporte pidió a la fiscalía que se realice una investigación exhaustiva a través de la policía cibernética, así como las cámaras de video del C5 para localizar a este individuo”, dijo en un comunicado.
También dijo que la organización del maratón se dio cuenta y retiró los vasos contaminados.
Agregó que buscará que esta acción no quede impune y sea castigada “con todo el peso de la ley”.
Javier Hidalgo, director del Indeporte, dijo a El Universal que ya se identificó al sujeto que contaminó las bebidas.
Dijo que fue un hombre alcoholizado que salía de un antro, poco antes de las 7 de la mañana.
Aseguró que catalogaron el hecho como envenenamiento por las afectaciones que podría haber causado que un corredor tomara la bebida en ese punto de la competencia.
“Es un personaje clasista y racista que busco hacer daño al colectivo, al trabajo de todos y tenemos detectado el nombre, pero eso le corresponde a la Fiscalía, a la autoridad”, dijo Hidalgo.
De acuerdo con el artículo 130 del Código Penal de la CDMX, “al que cause a otro un daño o alteración en su salud, se le impondrán” como sanciones hasta cinco años de prisión.
De seis meses a dos años de prisión, cuando las lesiones tarden en sanar más de quince días y menos de sesenta o de tres a cinco años de prisión, cuando disminuyan alguna facultad o el normal funcionamiento de un órgano o de un miembro.