Si caminas por Madero en los próximos días notarás que los semáforos de Bolivar al Zócalo tienen un sonido diferente. Escucharás el canto de un cenzontle, un caracol prehispánico, una marimba o la campana de un tranvía, cuando están en verde.

La idea de los semáforos sonoros es que la gente invidente pueda saber cuándo atravesar una calle. El problema es que el sonido que tienen es molesto no sólo para aquellos que los necesitan, sino para la población en general.

Por eso este proyecto piloto, que forma parte de la muestraUn mundo en común, que por primera vez realiza elEx Teresa Arte Actual.

Se intervinieron 13 semáforos de Madero para que en vez de su zumbido fastidioso, se oiga uno de estos audios.

Platicamos conPedro Ortiz, curador del museo, y nos aseguró que son sonidos naturales,grabados por alumnos de la Escuela Nacional de Ciegos y trabajados por el sonidista Félix Blume.

“Es la primera vez en el mundo que se les da a los usuarios la posibilidad de elegir qué oír”, nos dijo.

Los nuevos sonidos de Madero durarán dos semanas, que es lo que dura la muestra, misma que tiene otros siete proyectos de arte comunitaria, cuyo fin es el desarrollo social.

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