Los mexiquenses —esos que cuando les conviene, algunos, se dicen chilangos— podrán ir sin remordimiento por las calles de la Ciudad de México y por las de su estado, ya que las fotumultas no es cosa de ellos.

Se quejaron de ellas y su gobernador Eruviel Ávila anunció que las suspenderán de forma indefinida, pese a que el programa, dijo, redujo 8.7 por ciento el número de accidentes automovilísticos y encontró 280 coches robados.

“Como soy un gobernante que sé escuchar, que sigo las redes, que uso las redes para gobernar, para servir, para hacer el bien, hoy les rindo cuentas, y sensibles a esta preocupación de los mexiquenses, anunciamos la suspensión por tiempo indeterminado del programa Límite Seguro a través de las fotomultas“, dijo el gobernador priista.

Eso sí, el programa no dejará de aplicarse en los carriles del Mexibús —el metrobus mexiquense—, a vehículos oficiales y unidades de transporte público.

En el Estado de México se aplicaron las fotomultas desde octubre pasado y en ese tiempo se recaudaron 132 millones de pesos, que se destinarán para la compra de equipo para cuerpos de bomberos, ambulancias, unidades de traumatología y urgencias, así como para la Unidad de Rescate Aéreo Relámpagos.
El Gobierno mexiquense puso 310 cámaras y lectores de placas en las principales vías y con mayor registro de percances. Funcionaban en Cocotitlán, Ecatepec, Tlalnepantla, Naucalpan, San Felipe del Progreso, Jocotitlán, Valle de Chalco, Temamatla, Tenango del Aire, Atlacomulco, Metepec, Texcoco, Atizapán, Nicolás Romero y Toluca.

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