Cuenta la leyenda que en esta calle vivía un Don Juan Manuel, un hombre de mucho dinero que estaba casado con una bellísima mujer. A pesar de ello, Don Juan, no era feliz ya que nunca pudieron concebir un hijo. Aquél hombre se frustró tanto con esto que intentó separarse de su mujer e internarse en un convento Franciscano. Para esto, llamó a un sobrino para que se encargara de administrar sus negocios. Pronto empezó a imaginar que su esposa lo engañaba con su sobrino y se enfermó locamente de celos, a tal grado que hizo un pacto con el diablo para que le dijera con quién le engañaban. Lucifer, le dijo que para saber esto tendría que matar al primer hombre que cruzara por aquella calle a las 11 de la noche.

Así lo hizo Don Juan, noche tras noche. Hasta que la culpa lo comió y fue a la iglesia a confesar sus pecados, el padre al verlo tan preocupado, le dijo que tendría que rezar 3 días seguidos al pie de la horca para poder ser perdonado. La sorpresa fue que al tercer día aquél hombre virtuoso y adinerado, amaneció colgado en la horca.

Dicen que si pasas por ahí a las 11 de la noche y alguien te pregunta la hora, será el espíritu de Don Juan Manuel quien te responda: “Dichoso aquél que conoce la hora de su muerte”.