Es una pequeña casa ubicada en la Colonia San Miguel Chapultepec. Cuenta la leyenda que Marco, un niño de 8 años, se atrevió a entrar sólo a la Moira “una antigua casa embrujada”. Dicen que subió las escaleras y en miedo de la oscuridad logró ver el cuerpo de un niño de su edad atado del cuello por una soga. Marco salió corriendo y contó su historia a los demás compañeros de su orfanato. Sin embargo, años después, Marco regresó y de manera inexplicable, fue encontrado colegado del techo en aquél lugar.

Ahora en esta construcción suelen hacer sesiones espiritistas donde, dicen, los curiosos pueden presenciar levitaciones en vivo y algunos otros hechos paranormales.