Todo empieza con nuestro héroe nacional favorito: Benito Juárez, que en un estrategia para limitar la riqueza y poder de la iglesia católica mexicana, promulga la “Ley de nacionalización de bienes eclesiásticos y de separación de la Iglesia y el Estado”.Así funda una nación laica en la que las corporaciones religiosas, no pueden tener propiedades y el gobierno no tiene un credo oficial.

Ante esa medida, la iglesia católica tuvo que deshacerse de muchos edificios en el Centro Histórico.¿Por qué contar esta historia?

Porque la historia del Hotel Gillow está ligada a la iglesia de la Profesa, un templo jesuita del siglo XVII, construido de tezontle, que está en la esquina de Madero e Isabel la Católica.

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Cuando Benito Juárez decretó de la desamortización de los bienes eclesiásticos, Thomas Gillow -un joyero inglés- compró el edificio de tres pisos adjunto a la parroquia, donde anteriormente los jesuitas practicaban sus ejercicios espirituales: una serie de meditaciones y oraciones que prescribía Ignacio de Loyola, fundador de la orden.

Era el año de 1869. Para 1876, una vez acondicionado, abre el Hotel Gillow y desde entonces, recibe huéspedes en el corazón del corazón de la Ciudad de Mexico: a dos cuadras del Zócalo y a una de la más concurrida y comercial de las calles peatonales del Centro: Madero.

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“El domingo 11 de septiembre de 1904, lo reinauguró don Porfirio Díaz”, cuenta Juan Carlos Llorca, jefe de Recepción del Hotel Gillow. “Había pasado a manos de Tirso Sáenz, quien lo remodeló para convertirlo en un sitio de lujoy comodidad”.

En los años 30 del siglo XX, se le aumentaron tres pisos más y el interior fue rediseñado con motivos Art Decó, de los que quedan algunos detalles actualmente, como la escalera y la entrada del lobby.

“Ahora mis clientes son comerciantes que vienen de fuera del D.F. y se pasan dos o tres noches aquí mientras hacen compras”, describe Llorca: “Recuerdo que Carlos Monsiváis venía cada 15 de septiembre y tomaba un habitación con balcón para hacer fotos de la gente celebrando las fiestas patrias en las calles”.

Con 103 habitaciones y una suite nupcial –equipada con jacuzzi, cama queen size y balcón-, el Gillow sigue en servicio tal y como hace más de 100 años, pero con las ventajas del siglo XXI: Internet en las habitaciones, room service, TV por cable y La Capilla, un restaurante bar de comida internacional, además de todas las amenities de un hotel de tres estrellas.

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Lo mejor, tiene tarifas muy accesibles: Habitación sencilla, 690 pesos; la suite nupcial, 1,380… Y además, un innegable aire retro.

Hotel Gillow

Isabel La Católica num. 17 esq. 5 de Mayo.

Reservaciones: 5510 0791, 5510 8585 y 5518 1440