8:40 a.m.

Desperté con el nervio en la panza. Una sensación que pocas veces había tenido, y no era para menos. Era el primer día que ejercería mi derecho de voto, y gracias a movimientos como #YoSoy132 estaba emocionado de poder hacerlo. Era el momento de los estudiantes, de los jóvenes y de las nuevas ideas. Por fin todas las discusiones tuiteras, pláticas de café y manifestaciones rendirían fruto. Era el día que todo México estaba esperando. Desayuné y me puse a chambear rápido para salir a la calle e iniciar el recorrido electoral.

12:30 p.m.

Primera parada: Zempoala 77, en la Colonia Narvarte. Esa fue la casilla donde le tocó votar a mi madre. Mientras caminábamos a nuestro destino, pudimos ver a muchos ciudadanos asistiendo a votar. El nerviosismo estaba presente en el ambiente (aunque en el camino nos encontramos con un par de individuos que fumaban marihuana en la calle con la menor preocupación del mundo, pero bueno, ese fue un caso especial). Ya en la casilla, todos estaban muy tranquilos. La fila era corta y no hubo ningún problema. En los alrededores de la casilla había un par de jóvenes encuestando a la gente sobre la situación política del país y lo que cambiarían de su colonia.

47283Casilla

Casilla

1:30 p.m.

Segunda parada: Carrillo Puerto, igual, en la Colonia Narvarte. El camino a esta casilla fue más complicado porque la lluvia empezó a caer en la ciudad. Después de unos 20 minutos de trayecto en carro, llegué a esta casilla, donde mi papá fungió como observador. Entre charcos y gente corriendo por las calles, llegué a la casilla que tenía por sede un kinder. El ambiente era más pesado. Después me enteré que hubo un conflicto menor, un descontento por parte de los representantes de un partido político. Como la lluvia estaba demasiado fuerte, mejor seguí mi recorrido y me fui de ahí.

3:00 pm

Tercera parada: Correspondencia, en la Colonia Álamos. Para cuando llegué a este nuevo destino, la lluvia ya había parado. Sorpresivamente esta casilla estaba desierta. No había fila. Sólo estaban presentes los funcionarios de casilla, por lo que el ambiente fue bastante relajado. Mi acompañante votó sin ningún problema y nos fuimos rápido a continuar la ruta electoral.

4:00 p.m.

Cuarta parada: Circuito Museos, Bellavista-Satélite, Ciudad de México.

Tuve que trasladarme hasta allá porque antes vivía ahí, y por procrastinar jamás hice mi cambio de domicilio. “Ni modo, todo sea por el voto y por México”, pensé. El camino se me hizo larguísimo, recorrí todo el Periferico que, por supuesto, estaba atascadísimo. Después de un ratote, llegué a mi casilla. Aquí sí había mucho movimiento.

La sede del lugar era un Colegio de Bachilleres, y desde la entrada se veían consignas contra el IFE. Pegadas a la reja de acceso, había pancartas que decían: “No utilices el lápiz, se borra muy fácil”, o “Razona tu voto, recuerda la historia”, entre otros. La escuela estaba llena de charcos, caminé hacia la casilla y me llevé una gran sorpresa al ver a tanta gente involucrada y, más aún, cuando nadie estaba votando. ¿Qué hacía tanta gente ahí? No lo sé.

Avancé entre la multitud y llegué a la mesa donde me pidieron mi IFE y buscaron mi nombre en el registro del padrón electoral. Me dieron mis boletas y me invitaron a pasar a las mamparas, adornadas por la consigna de “Tu voto es libre y secreto”. Una vez dentro, noté que había un dibujo extraño con unas letras que decían: “chivas”. Esbocé una sonrisa y marqué mis boletas con toda la convicción. Recordé el letrero que hacía alusión a los lápices y, como no llevé otra cosa para marcar mi voto, remarqué muy bien la cruz con la que taché el nombre de mi candidato.

Salí del lugar sorprendido todavía por la cantidad de gente que estaba ahí sin hacer absolutamente nada.

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Dibujo

12:00 a.m.

Después de un largo día regresé a mi casa dispuesto a ver los resultados electorales. Las tendencias eran claras y todos anunciaban el triunfo de Enrique Peña Nieto. Cuando ví los anuncios del PREP y leí las versiones en línea de distintos periódicos se me vino a la mente el recuerdo de todos los movimientos sociales que generó esta elección: movimientos estudiantiles,marchas, manifestaciones vía internet (Trending Topics en Twitter, muchísima propaganda en Facebook), cierres de campaña en el Zócalo, Monterrey y Guadalajara, debates presidenciales,reuniones con estudiantes, etc.

A pesar de todo esto, el proceso ya estaba decidido: EPN se había proclamado ganador, Josefina Vázquez Mota aceptaba que los resultados no le favorecían,Calderón había reconocido su triunfo y AMLO declaraba que no se convencería hasta tener resultados oficiales.

La historia que todos conocemos.

Lo importante de estas elecciones es que los ciudadanos hicieron que su voz fuera escuchada, que el pueblo está despertando y que ya nos dimos cuenta de que podemos exigir el gobierno que merecemos.