Lo que dices: “Pueeees… mejor sí llevo el carro, porque me va a salir carísimo el taxi de ida y de regreso. Además… sólo me voy a tomar una chelita y ya. No pasa naaaada. Yo controlo”.

Lo que en realidad pasa: te pones una guarapeta de campeonato y lo peor es que eres de los/as borrachitos/as necios/as que a fuerzas quieren manejar y van solos…

¿Pa’ qué te arriesgas?

Si resultó que efectivamente llevaste el carro y “se te atravesaron” más chupe que el que creías en el camino, ya hay una solución que te puede alivianar y hasta salvarte la vida. Neto.

El concepto de Chofexpress es sencillo: llamas (si es que puedes marcar, o pídele a alguien sobrio que te ayude) y un chofer certificado llega en una bicicleta eléctrica plegable a donde te encuentras. Le das las llaves de tu carro, él guarda la bicicleta en tu cajuela, te lleva a tu casa sano/a y salvo/a, saca la bicicleta de la cajuela, te da tus llaves y se va.

Así, casual.

¿Y el pago? Ellos tienen terminal.

Dirás “ay, ajá… ¿y darle mis llaves a un completo desconocido? Ni que estuviera borracho/a” (de hecho, se supone que en una situación así SÍ estás borracho/a…). Pues no temas: los choferes de este nuevo servicio han pasado por estrictos controles de confianza que involucran cosas como exámenes psicométricos, pruebas de polígrafo, carta de no antecedentes penales que se renuevan cada dos meses y pruebas de manejo.

Así mismo, el servicio tiene la bendición del Gobierno del Distrito Federal y de COPEMSA, a quien seguro conoces por operar muchos estacionamientos en la ciudad.

Dale chance y dinos qué tal te fue.

https://chofexpress.com/

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