El historiador Dr. Karlheinz Bartels llegó a la conclusión de que los hermanos Grimm se inspiraron en Lohr, un pueblito alemán a las orillas del río Meno, para crear la historia de Blancanieves.

Según datos de Bartels, en Lohr existió una familia cuyo padre viajaba mucho por encargarse de las relaciones del pueblo con el exterior. Con su esposa, tenía una niña llamada María Sofía Margaretha Catharina von Erthal, quien es la inspiración de Blancanieves.

Cuando la madre de María Sofía murió, su padre se casó con Claudia Elisabeth María von Venningen, inspiración de la malvada madrastra por ser autoritaria y aprovecharse de la ausencia de su esposo para favorecer a sus propios hijos.

Además, Claudia Elisabeth tenía un impresionante y rico espejo de 1,60 metros de altura, regalo del padre de María Sofía, y se dice que habla por las leyendas que figuran en sus marcos, pero también por sus curiosas propiedades acústicas. Éstas hacen que al hablar cerca de él, las palabras resuenen gracias a la reverberación.

La residencia de la familia, el castillo de Lohr, es hoy un museo. En él se puede ver el ‘espejo mágico’ de la historia de Blancanieves.

46481El original espejo de la madrastra, en el Museo del Spessart.

El original espejo de la madrastra, en el Museo del Spessart. (Especial)