En días pasados se dio a conocer la noticia de que muy pronto podríamos ver al actor Robert Pattinson como el nuevo Batman, el hombre murciélago emblema de la casa DC Comics y uno de los personajes más queridos lóngevos del mundo de las historietas.

Por supuesto, la noticia fue una bomba en redes sociales. De inmediato, miles de personas pusieron el grito en redes sociales (cuándo no ?) y exigieron al unísono, tajantes, que Robert Pattinson no debería encarnar al venerado vigilante de Ciudad Gótica.

El argumento con que justificaron su berrinche era que Pattinson dio vida al vampiro Edward Cullen en la empalagosa saga de amor millennial Crepúsculo y, caray, eso en esta época ya constituye un pecado mortal para un actor.

Sí, está claro que la saga vampírica que hinchó de dinero a la autora Stephanie Meyer tuvo una adaptación al cine repleta de clichés y absurda hasta el cansancio; de hecho, allá en el lejano 2008, la película fue uno de los primeros mames de internet en donde todo tipo de gente se unió para trolearla (cómo olvidar esos buenos viejos tiempos).

Y, por supuesto, nadie que haya participado ahí merece ni perdón ni redención, aunque haya pasado ya siete años desde que se estrenó el último de esos largometrajes.

Personalmente, imagino que todos estos detractores lo pensaron así (leer con el aguda vocecilla de quien está emberrinchado ?): “¡¿es que cómo es posible que el wey de Crepúsculo se atreva siquiera a aspirar a un papel tan importante como Batman?! ¡¿Qué le pasa o qué?! Que se largue a hacer sus cursilerías de brillitos a otro lado, jamás va a lograr entender a un personaje como Batman, nunca va a ser como Christian Bale (¡ah, Bale, ese Batman sí se puede ver!), porque la psicología de este superhéroe es demasiado profunda para las mentes que…” bli, blu, bla.

Robert Pattinson como el nuevo Batman simpson

Foto: Twitter

Muchos de estos iracundos usuarios de internet hasta hicieron el “esfuerzo” de crear peticiones de Change.org (LOL, no se cansen tanto, muchachos) suplicando a Warner Bros evitar a Robert Pattinson como el nuevo Batman: “¡Warner Brothers, no lo hagan, no le den el papel de Batman a Robert Pattinson!”, “Detengamos a Robert Pattinson de actuar como Batman para Matt Reeves y Warner Bros”, “No queremos a Robert Pattinson como Batman”, “Salva a Batman de Robert Pattinson”, entre muchos otros títulos por el estilo coronaban estas peticiones.

Lo curioso es que toda esta crítica/burla/mame en contra de Pattinson se cerraba únicamente a que fue el protagonista de Crepúsculo, una película muy mala, sí, pero cuya última entrega salió en 2012. O sea, hay que ir aprendiendo a dejar ir un poquito.

Por qué Robert Pattinson sí puede ser el nuevo Batman

Luego de su participación en la saga adolescente –a la que, de hecho, él mismo ha dicho odiar– Pattinson se ha pulido muchísimo como actor. Ahí nada más, el británico (quien también apareció en la saga de Harry Potter) ha estado bajo el mando de David Cronenberg dos veces: en Maps to the stars (2014) y en la adaptación de la novela de Don DeLillo, Cosmópolis (2012), este último un papel bastante similar al de Christian Bale en Psicópata Americano (2000).

También vimos a Pattinson en La reina del desierto (2015), de Werner Herzog y The Lighthouse (2019) de Robert Eggers, donde alternó con Willem Defoe, y sus actuaciones le han valido ser nominado como Mejor Actor en el Festival de Cannes 2017 por su trabajo en la aclamada cinta Good time (2017), de Josh y Benny Safdie.

La carrera de Pattinson, como podemos ver, ha ido subiendo de nivel desde sus tiempos como celebridad adolescente. El actor de 33 años ha optado por retos mayores, realizando papeles cada vez más y más complejos y para los cuáles, sin lugar a dudas, ha dado el ancho.

La lección de Heath Ledger

Ahora, resulta curioso (y un poco enfadoso, la verdad) que los autoproclamados defensores de Batman se pongan en plan de atacar a Pattinson por una cinta adolescente cuando en 2006, esa fue exactamente la actitud que adoptaron los troles en turno, luego de anunciarse que Heath Ledger interpretaría a The Joker en The Dark Knight.

Decir que no le tenían un gramo de fe al actor es quedarse corto: a Ledger lo despedazaron en los foros de internet. Y el argumento principal también fue que Heath había sido un idolito que actuaba en comedias adolescentes como 10 cosas que odio de ti (1999) y Corazón de Caballero (2001).

“¿Heath Ledger, en serio?, o sea, ¿en serio, en serio?”, “¡Esto es terrible!”, “Esperaba que Johnny Depp se quedara con el papel”, “Lo siento, pero ¿Heath Ledger? Recordemos sus días en Corazón de Caballero y 10 cosas que odio de ti. ¿Heath? ¿The Joker? Mal casting, mala broma”, comentaron los usuarios en aquel momento, según recupera el sitio Geeky Rant.

Vaya, ni siquiera los productores de la cinta entendían por qué Christopher Nolan había elegido a Ledger. Es más, ni su hermano, el guionista Jonathan Nolan con quien co-escribió la película, lo entendía del todo: “creí que era un desastre, ¡la peor decisión de un casting!” declaró a Metro en 2018.

Sin embargo, Nolan se aferró a su decosión, depositó su fe en Ledger y este se preparó arduamente para el papel.

Lo que pasó después ya es historia y se ha escrito mucho, solo diremos que Heath regaló una insuperable actuación como el némesis de Batman. Bajo la dirección de Nolan, creó un personaje que demostró que el cine de superhéroes tenía mucho potencial e historias interesantes, con verdaderos dilemas éticos para abordar y con ello catalizó un industria completa que alcanzó niveles históricos hace casi un mes con el estreno de Avengers: Endgame. Y todo eso gracias, en gran parte, a la actuación de un idolito adolescente.

Batman puede ser cualquiera, hasta Robert Pattinson

Quizá, llegados a este punto, cabría hacer un poco de memoria respecto a Batman en el cine. El superhéroe de Ciudad Gótica ha sido encarnado por un montón de actores de diferentes estilos que en su momento generaron críticas y elogios por igual.

Partamos del Batman de Michael Keaton bajo la dirección de Tim Burton en Batman (1989) y Batman regresa (1992). A el actor, que venía de interpretar a un personaje cómico en Beetlejuice (1988), también le llovieron las críticas: según recoge el sitio Vulture, algunos críticos dijeron que el Batman de Keaton era “monosilábico e impenetrable” y que no había manera de empatizar con él y apoyarlo como héroe de la cinta. Otros criticaron la falta de emocionalidad de Keaton, quien, dijeron, “expresaba tanto como una maceta y tenía el rango actoral del monumento Washington”.

Luego las dos entregas de Burton y Keaton, el productor Joel Schumacher tomó las riendas del enmascarado. Schumacher convocó a Val Kilmer para dar vida a Bruce Wayne en Batman eternamente (1995) logrando una interpretación medianamente buena, también gracias a las actuaciones de Jim Carrey y Tommy Lee Jones como los villanos Acertijo y Dos Caras.

No obstante, la era Schumacher se fue al traste dos años más tarde con Batman y Robin (1997) cuando George Clooney encarnó una de las peores versiones del caballero nocturno, que contaba con un bati-tarjeta de crédito y los odiados bati-pezones en su traje. Aunque Clooney era uno de los actores con mayor renombre de entonces, su actuación como Batman fue para el olvido.

Tuvieron que pasaron siete años para que, ya en la era Nolan, un Christian Bale salido del cine de culto, lograra uno de los mejores (sino es que el mejor) hombres murciélago de la pantalla grande, mostrando a un personaje sumamente atormentado y profundamente humano, cambiando enteramente nuestra perspectiva sobre el vigilante nocturno.

Luego de eso, hace tres años, a Warner le urgía su tajada de un pastel acaparado por Marvel y lanzó Batman v Superman. Ahí, Ben Affleck intentó seguir la línea marcada por Nolan/Bale al crear un Batman violento, oscuro y emocionalmente más complejo. Lamentablemente, no lo logró.

Tras este breve repaso por la historia de los hombre murciélago del cine, lo queremos decir es que, en última instancia, resulta inútil exigirle a un actor -quien quiera que este sea- que esté a la altura de Batman.

Para la fanaticada es muy sencillo: nadie merece ese honor, nadie nunca estará verdaderamente listo para interpretar la dualidad de Bruce Wayne/Batman y aquel que llegue a estarlo, es porque ya lo hizo antes. O ¿por qué creen que ahora quieren que Michael Keaton regrese como un anciano Bruce Wayne para una posible cinta de Batman del futuro?

Básicamente, en el caso de un nuevo Batman, podría elegirse a Robert Pattinson o Nicholas Hoult (quien también suena fuerte en la terna) o cualquier otro actor salido de la elite de Hollywood y, aún así, NUNCA sería suficiente.

Ante esto, quizá valga la pena recordar una escena de The Dark Knight Rises, cuando Bruce Wayne le explica al policía John Blake (Joseph Gordon-Levitt) cuál es la motivación que respalda el convertirse en Batman:

“La idea era ser un símbolo. Batman podría ser cualquiera, ¡ese era el punto!”, sentencia.

Y si, en efecto, ese es el punto de ser Batman, entonces podemos concluir que la esencia de este superhéroe no radica en lo patea-traseros que pueda ser o en la inteligencia estratégica que pueda tener, sino en la idea misma de que exista algo como él, una idea que cualquiera podría encarnar.

Quizá, con algo de suerte, eso sea lo que está a punto de pasar con Robert Pattinson como el nuevo Batman.