Plagadas de un humor negro y ácido, diálogos memorables y temáticas arriesgadamente controversiales, las películas de Quentin Tarantino son un género en sí mismas; no obstante, además de un estilo visual que ha creado escuela en el séptimo arte, esta vez queremos poner la mira en elemento imprescindible de su obra: los momentos musicales del cine de Tarantino.

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Porque, si algo nos llama más la atención de Tarantino además de su ojo para pintar imágenes memorables en la pantalla, es el gusto musical impecable para elegir la música que soportará a lo visual.

De esta manera, Tarantino se pasea con soltura entre los campos musicales del blues, el funk, la música japonesa antaña y actual, el rap, el garage y hasta en las composiciones creadas para otras cintas que él toma prestado para las suyas. El director, se sabe, es un cleptómano incorregible en este sentido.

Música e imagen: el coctel perfecto de los momentos musicales del cine de Tarantino

Sea contando de una historia de venganza como en Kill Bill, una epopeya de libertad como en Django sin cadenas, un crimen fallido como en Perros de reserva o un pasaje de historia ficticio como en Bastardos sin gloria, los momentos musicales del cine de Tarantino han tenido un colchón melódico que empata perfectamente en el retorcido gusto del cineasta.

Ahora, mientras esperamos a ver cómo nos sorprende el soundtrack de Érase una vez en Hollywood, repasemos algunos de estos momentazos del cine de Tarantino:

“Bang, bang” – Nancy Sinatra

Película: Kill Bill

Esta cinta de 2003 cuenta con varios episodios musicales magistrales, por lo que en esta lista estaremos regresando a ella varias veces.

Sin embargo, quisimos incluir esta en primer lugar porque si la historia de Beatrix Kiddo se puede resumir en una canción, esa es “Bang, bang”: es más, esta casi casi ni es canción, es algo a medio camino entre poema y narración acompañada de una tormentosa guitarra a cargo de Billy Strange. Una maldita joya.

“Street Life” – Randy Crawford

Película: Jackie Brown

“Juego la vida de la calle porque no hay un lugar a dónde ir/la vida de la calle es la única que conozco”, ¿qué mejor himno para una cinta cuyo eje es una estafa arriesgada?

Jackie Brown no es de las cintas más citadas de Tarantino, pero justo es su primer acercamiento con el cine blaixploitation, el género de los gangsters y proxenetas afroamericanos por antonomasia.

Y, como tal, debía tener música soul y funk por toneladas, como esta canción.

“Down in Mexico” – The Coasters

Película: Deathproof

El double feature de Tarantino con su compadre Robert Rodriguez se tradujo en la historia –bastante gore– de un asesino serial que utiliza su auto acondicionado para acrobacias de acción como el arma para matar a sus víctimas.

Pero, lejos de la sangre y los golpes, la canción que elegimos sonoriza el momento sexy de la cinta: el lap dance que la actriz Vanessa Ferlito le hace al veterano (y asesino en la cinta) Kurt Russell.

“Girl, you’ll be a woman soon” – Urge Overkill

Película: Pulp Fiction

La cinta que trajo de regreso a John Travolta, Pulp Fiction también cuenta con varios de los mejores momentos musicales del cine de Tarantino.

Esta rola en especial antecede uno de los momentos culmen de la historia de Vincent Vega (Travolta) justo antes de que Mia Wallace (Uma Thurman) se meta un pasó de cocaína que la manda directo a la lona. Mo-men-ta-zo.

“Twisted nerve” – Bernard Herrmann

Película: Kill Bill

Entre las muchas cosas que Tarantino ha tomado para pimpear sus películas está esta canción. “Twisted nerve” es creación original del compositor Bernard Herrmann para la película de terror del mismo nombre de 1968.

En Kill Bill, el famoso silbidito lo emite la asesina Elle Driver (Daryl Hannah) quien se prepara para matar a la protagonista Beatrix Kiddo mientras esa se encuentra en coma.

“You never can tell” – Chuck Berry

Película: Pulp Fiction

Cuando Vincent Vega tiene que salir a pasear y encargarse de que Mia Wallace, la esposa de su jefe Marcelus, la pase bien, se ve forzado a cumplir los deseos de Mia sin importar cuales sean.

Y uno de estos caprichos resultó participar en un concurso de baile de un merendero local; por fortuna, Vincent se sabe mover al son que le toquen y lo demostró en una de las secuencias de baile más memorables de cine tarantinesco con esta canción del papá del rock and roll, Chuck Berry.

“I’m blue” – The 5. 6. 7. 8’s

Película: Kill Bill

En Kill Bill, Quentin Tarantino dio rienda suelta a su obsesión con la cultura japonesa: espadas samurái, la fijación con el honor y los temibles yakuza, son solo algunos de estos elementos.

No obstante, también tiene el atino de incluir otros guiños a la cultura de aquel país como la inclusión de las The 5. 6. 7. 8’s, una agrupación femenil cuyo garage rock enloquecido sirve de preámbulo ideal para el sangriento duelo entre La Novia y los 88 Locos.

“Stuck in the middle with you” – Stealers Wheel

Película: Perros de Reserva

Michael Madsen en su papel de Mr. Blonde se convirtió en inmortal gracias a esta escena: un delincuente sanguinario, ajeno a cualquier brújula ética, busca sacarle información a un oficial de policía que tiene secuestrado; de repente, saca una navaja de barbero, baila un poco y entonces se abalanza sobre el vapuelado oficial para rebanarle la oreja izquierda.

Mientras todo eso pasa, lo único que se oye son los bufidos del impotente policía y, por supuesto, esta canción de Stealers Wheel en el radio.

“Cat people” – David Bowie

Película: Bastardos sin gloria

El momento cumbre de la película de Tarantino sobre la Guerra Mundial: Shoshanna Dreyfus (interpretada por la bellísima Mélanie Laurent), propietaria de un cine en la Francia ocupada por los nazis, se dispone a asesinar a la plana mayor de Hitler y su círculo cercano durante el estreno de una película propagandística.

Mientras repasa mentalmente su plan y se viste elegantemente para la ocasión, suena el tema de Bowie “Cat People”.

“Trinity (Titoli)” – Annibale E I Cantori Moderni

Película: Django sin cadenas

El cine de Tarantino se destaca porque, si bien a veces resulta impredecible, en otras ocasiones brinda a situaciones históricas como la Segunda Guerra Mundial y la esclavitud de los negros en Estados Unidos una suerte de justicia poética en el cine.

En este caso se trata del desenlace de Django sin cadenas, en el cual, luego de muchísimo sufrimiento para lograr liberarse, Django (Jamie Foxx) realiza la matanza definitiva y se encarga de explotar la mansió de Calvin Candie (Leo Di Caprio) con todo y el “negro de casa” Stephen (Samuel L. Jackson) adentro.

Este explosivo final es esta épica canción extraída del soundtrack del spaghetti western They call me Trinity.