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Hoy en día es bien
común escuchar de la temporada de festivales musicales. Todo un frenesí de
carteles y rumores que principia justamente por estas fechas y termina por ahí
de mediados de agosto. Hay de chile, de dulce y de manteca.

Pero esta vez no
hablaremos de toquines hipsters o
cerveza carísima. Mucho menos de chicos empapados con gafas fosforescentes tipo
ray-ban. Más bien hablaremos de lo
que para muchos comiqueros, geeks y
fanáticos representa ir a misa: las convenciones de cómics. Hordas de coleccionistas,
cosplayers, jedis y uno que otro fisgón, desfilan por centenares de estantes
plagados de historietas y muñecos. Todo un código de identidad y lealtad a su
Majestad el noveno arte y sus diversas vertientes.

Quién no recuerda
las ya extintas MECIF y Conque, eventos pioneros absolutamente dedicados al
cómic, con buenos invitados y conferencias.

Para muchos, de aquello quedan las
sobras. Repentinamente, un cúmulo de manga
y anime tomó por asalto el enfoque y
dirección de las convenciones locales. Algunas fenecieron en el camino, otras
se reinventaron o en el peor de los casos decayeron. Finalmente siguen
presentes y por millares se cuenta a sus asistentes.

El Calabozo del Androide
se complace en presentar las más sobresalientes y venideras conglomeraciones de
chilangos clavadazos de lo fantástico.