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Dientes color nácar rechinan entre encías rojas. Pecosas yleprosas infantas mastican, confusas, goma de mascar. Regordetas mórbidas ycelulíticas juegan a la matatena con esqueléticas y demacradas crías trenzadasdel pelo entre sí. El ojón Eddie Table cree que con sus pamplinas puede engañara Pip y Norton y su mundo bizarro de peculiaridades acido-alucinógenas.

Caricaturista, ilustrador comercial e independiente,diseñador gráfico, autor de historietas, pintor, animador y hasta juguetero, DaveCooper gusta de encerrarse entre veranos calurosos e inviernos entumecedores, ensu fría casa de Ottawa. En los últimos años, clavado con la animación para clientescomo Matt Groening y su Futurama o labanda de hard rock Danko Jones y su imprudentevideo “King Of Magazines”, el bigotón mete cizaña con pinceles de cianuro y tintas abrasivas.

Influido por pintores barrocos, como Rubens, pasando por loscontemporáneos del surrealismo pop yla historieta, como Mark Ryden y Yoshitomo Nara o Daniel Clowes y Moebius,sucesivamente, Cooper cosechó decenas de libros y publicaciones con su trabajo;numerosos renglones faltarían para enumerarlos, el más reciente Bent, monografía recopilatoria de susexposiciones en Los Ánegeles y Nueva York.

Su retorno a la viñeta secuenciada se dio con la decimoctavaentrega de la antología Mome y los misantrópicospersonajes adaptados de su antiguo cómic Weasel.Dicha recopilación, trajo de vuelta a los locuaces de Pip y Norton, en unrevoltijo irreverente, cincelado a crudos y honestos grafitos negros y rojos.

Seres traslucidos que simulan globitos inflados, fruncidosse reclinan en praderas de jelly beans,a la vez que contornean, mastican y erotizan sus caderas.

Similar en trazo a John K y los personajes de su fallecidoestudio SPUMCO —culpable, ni más ni menos, de personajes como Ren & Stimpyo Jimmy The Idiot Boy— Dave Cooper escupe queroseno desde su cañeríainterna.