Chilango que se respeta ha vivido al menos una vez alguna experiencia al puro estilo de Rápidos y Furiosos en la CDMX, ya que es muy concurrida y nos obliga a hacer toda clase de malabares para transitar en ella sin morir en el intento.

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Es por eso que resulta extraño que, a pesar de ser toda una jungla de asfalto, aún no haya sido considerada por la franquicia de Rápidos y Furiosos para ser uno de sus escenarios, aunque otros destinos de nuestro país si hayan sido parte de algunas de las entregas.

Y no lo decimos en broma, pues hay testigos de que para andar y vivir en la capirucha se necesita mucha temple y un toque de rudeza.

Las veces que la CDMX nos ha hecho ser Rápidos y Furiosos

  • Maquillarte en el transporte público y conservar ambos ojos

Esas personas que logran embellecer su rostro durante su trayecto en metro, sin duda merecen un altar. Y es que no cualquiera puede rifarse la hazaña de lograr el delineado perfecto de pie, en hora pico y aplastadx por otras personas.

Un aplauso a todxs ellxs, a su talento y a su garra para llegar impecables a sus lugares de trabajo.

  • Cuando suena la alerta sísmica

No importa cuántos señalamientos, simulacros y talleres tomen los chilangos, al momento del sismo, el “no corro, no grito, no empujo” queda en el olvido y lo único en lo que pensamos es en salir sanos y salvos.

  • Trabajar en Santa Fe

Para trabajar en Santa Fe, ¿qué se necesita más… ser rápido o furioso? La respuesta solo la tienen aquellos que laboran a diario en la lejana zona, quienes toman micro, combi, metro y hasta taxi colectivo —o manejan más de 2 horas— para llegar puntuales a las 8:00.

Ellos también tienen que chutarse un regreso infernal, en el que además de cargar con el cansancio normal de la jornada laboral, deben hacerse a la idea de no saber cuánto tiempo les tomará llegar a casa.

Toretto podrá agarrarse a guamazos con cuanto enemigo musculoso se le ponga enfrente, pero seguramente no aguantaría el trayecto de Santa Fe a su casa.

@themysterygirl___ excursión a pueblo mágico Santa Fe 😅#godin #godinato #santafe #santafecdmx #godineztrabajando #trayectoasantafe #work #blogger #blog ♬ sonido original – themysterygirl

  • Apartar el asiento en la terminal del metro con la bolsa o mochila

¡Todo un clásico! Porque no hay nada más tipo Rápidos y Furiosos en CDMX que esperar a que las puertas del metro se abran para entrar con tal velocidad que alcances un asiento. O tener la puntería para aventar la bolsa o mochila en el asiento que quieres apartar.

@radarnews1075 Captan video en cámara lenta de los pasajeros entrando al metro de la CDMX ¡Parece una pintura renacentista! #VIRAL #mexico #MetroCDMX ♬ sonido original – Radar News Querétaro

  • Correr para bajar la ropa porque no entendemos que llueve en los momentos menos esperados

Otra cosa por la que la CDMX es famosa, es por su impredecible clima. Y es que no importa si el pronóstico es día soleado, siempre puede sorprenderte, y puede hacerlo cuando toda la ropa está tendida.

Destender la ropa requiere de una gran habilidad y rapidez, para que al hacerlo no termine la mitad mojada y la otra en el suelo.

  • Corretear al camión de la basura

Si a los de la basura les pagaran por cada persona a la que hacen correr serían millonarios. Y es que aunque no lo parezca los chilangos aún no adquieren la habilidad de detectar con el puro oído la distancia entre el sonido de la campana y ellos.

  • Cruzar calles o avenidas con el semáforo a punto de cambiar

A los chilangos les gusta vivir al límite hasta cuando van a cruzar una calle y podríamos decir que tienen la percepción de la realidad un poco alterada por creer que pueden hacerlo en un segundo.

Sin embargo, siempre lo logran, obviamente con una lluvia de gritos y señas, pero de que cruzan, cruzan.

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  • Para ganarle el pasaje al otro microbuses

Si hay algo que vamos a extrañar cuando los microbuses desaparezcan son esos momentos de adrenalina que regalan en el trayecto.

Cuando el checador indica que “El Calcetín va a dos de El Tío” y el chofer le tiene que pisar para alcanzarlos y lograr subir la mayor cantidad de pasajeros.

Toda una experiencia rápida y furiosa que solo los chilangos viven en carne propio cada día.

  • Alcanzar a entrar antes de que cierren la reja de la escuela

Aceptémoslo, más de una vez los 5 minutitos se han convertido en media hora, provocando que el día comience a toda velocidad, y que madres, padres y niñxs tengan que correr para llegar a la escuela antes de que cierren la reja.

  • Escapar de la chancla voladora

Si bien, la práctica de la chancla voladora ya no es muy común en la actualidad, muchas personas tienen al menos un recuerdo de este correctivo milenario.

Esquivar la chancla voladora no es nada fácil y en el camino de convertirse en escapista de dicho objeto, se reciben buenos golpes.

  • Pasar por una calle oscura

Aunque se encuentre en el barrio, una calle oscura siempre provoca nervios y estrés, por lo que nunca está de más apretar el paso cuando caminas por ahí y echarte un rezo por si se ofrece. Otra práctica muy al estilo Rápidos y Furiosos en CDMX.

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