Este montaje revisita el mito de Medea desde la perspectiva del linaje materno y las heridas personales. Esta obra de teatro-danza interdisciplinaria invoca a las FURIAS, figuras griegas ancestrales, como fuerzas de la naturaleza para intentar desentrañar lo más oscuro y pasional del universo femenino. La pieza explora la maternidad como deseo, maldición y campo de batalla, donde la ira, el resentimiento, los celos y la venganza se convierten en materia viva.
La obra se presenta como un acto escénico de memoria, resistencia y sanación, en el marco de los 16 Días de Activismo contra la Violencia de Género.