El arte contemporáneo es una trinchera de sentidos que nos muestra visiones de nuestro presente y deseos de otros porvenires. Visitamos Salón Silicón, un espacio emblemático de arte queer, para conocer el trabajo de sus artistas y dialogar con Olga Rodriguez Montemayor, Co-Fundatriz y Directora del proyecto.

¿Cuál es la escena LGBTQ+ en el arte en la CDMX?

Creo que hay muchas escenas LGBTQ+ y a la vez que esto es un pequeño pañuelo. Se van formando orgánicamente colectivos por intereses en común, que trabajan desde la música, el performance, la moda… También los espacios donde la gente queer se siente segura, aunque no tengan pretensiones artísticas, contribuyen a esa escena porque siempre alguien termina bailando, recitando poemas o colgando un cuadrito.

Hablando de arte contemporáneo en específico, Salón Silicón es una de varias galerías de la ciudad que se sitúan desde lo queer, cada une sirviendo distintos públicos o intereses. Hay mucho que corregirle al sistema (en cuanto a representación, recuperación de historias y generación de imaginarios) así que entre más seamos, mejor – y aun siendo muchos somos pocos.

¿Qué se entiende por Arte Cuir?

Es una pregunta complicada porque tanto “arte” como “cuir” son términos que se expanden para abarcar cada vez más cosas. Casi cualquier cosa puede ser arte y/o queer. Podríamos poner lo queer en le creadore, la temática o el material. Decir que un objeto/evento/acción con intención artística, hecho por cualquier marika es arte queer, o que un hetero puede hacer arte con temática queer, o que es cosa de usar pelos púbicos en la obra.

Para nosotres, se trata de una sensibilidad que desafía ciertas narrativas sobre el cuerpo (sus usos y representaciones), la naturaleza, la familia, el orden… Suele ser por diseño autorreferente, autocomplaciente, anti-universal. Puede tener una dosis de rabia o de humor. De preferencia ser antiespecista y anticapitalista e incluir su propia bomba que dinamite todo esto.

¿De qué manera arte y orgullo van de la mano?

A mí la definición de orgullo que más me gusta es la de Pedro Zerolo, un político y activista español que decía que orgullo es el exceso de autoestima que hay que tener para aguantar las estupideces que se dicen sobre ti. Es un camino largo hasta el orgullo, y muchas veces el arte está en ese camino. La creación de tu cuerpo, identidad y sexualidad es sin duda un proceso artístico.

¿Cómo surge Salón Silicón y qué proyectos tiene para 2022/3?

Salón silicón ha sido una mezcla de galería, proyecto curatorial y colectivo artístico involuntario, asignado espacio independiente al nacer, desde finales de 2017. Romeo Gómez López, Laos Salazar y yo tuvimos la suerte de tener un espacio, ganas de hacer exposiciones, y un sentido del humor (que también es un gusto) en común. En un principio acordamos que haríamos más shows de mujeres, pensando en no ser “parte del problema”, y en comunicarnos usando lenguaje inclusivo.

Luego pasamos el primer año corrigiendo a todxs los que nos decían queer o feministas, porque nos daba miedo enojar con nuestro proyecto neoliberal, capitalista, aspiracional y blanco, que de fondo siempre ha tenido la voluntad de vender, ir a ferias de arte y figurar. Pero un día vimos al público de una de nuestras inauguraciones y entendimos que había pasado algo mayor a nosotres. Y que por andar de jotxs y habladores, teníamos ciertas responsabilidades. Pudimos encontrar la manera de decirnos queer sin sentir que usamos la etiqueta “para vender”- sobre todo al ver que no vende tanto, solo en junio.

Ahora Salón Silicón está pasando por cambios importantes. Por un lado, porque dejamos el local de la colonia Escandón que nos vio nacer y nos movemos a la colonia Roma Sur, para compartir jotilencias con el estudio Jacobx Toledx. Desde ahí seguiremos con nuestro programa, pero ahora Romeo y Laos dan un paso a un lado para seguir adelante con sus propios proyectos y me quedo yo a cargo, que soy la única que quiere ser galerista. Nadie se ha peleado con nadie. Así que entre los tres llevaremos algunas curadurías y cerraremos compromisos adquiridos previamente, pero yo sola llevaré la parte de galería. Ser galería de arte no es simplemente mostrar obras y tener lista de precios disponible, sino hacer un proyecto de representación; dar seguimiento y trabajar en conjunto. Un matrimonio que exige fidelidad y todo.

Instagram: @salonsilicon