Frente a un pared enorme en el Museo del Chopo está María Conejo pintando, ella termina un mural con el cuerpo de una mujer de cuerpo azul desnudo, este “La hora de la estrella” y está inspirado en el libro de Clarice Lispector, cuyo famoso libro se llama igual. La obra es parte de la exposición Lumbre, la cual reunió el trabajo de ilustradoras mexicanas.

María Conejo pertenece a una generación de ilustradoras que están cambiando las narrativas del arte en México. Su trabajo se vuelca en la corporalidad femenina, en la sexualidad y la psicodelia, pero el significado de sus dibujos y óleos trasciende a la protesta y a la reflexión sobre la violencia que se ha ejercido sistemáticamente sobre el cuerpo de las mujeres, pero claro, también al goce del cuerpo.

El gusto de María por el arte llegó por su madre, quien la acercó a museos y obras durante su infancia y adolescencia. “Fuimos a Zona Maco, la primera que estuvo en la ciudad, y ese fue mi primer acercamiento con el arte contemporáneo”, nos cuenta. Luego estudió Diseño, trabajó en una galería, haciendo museografía y todo ese camino la llevó a entrar al mundo del arte, pero para estar como creadora, no tras bambalinas.

Trabajando con el escultor Pedro Reyes, llegó su despertar, donde ella supo que podía vivir de ser artista.

El tema que siempre rondó su cabeza, y del cual se basa la línea narrativa de su obra es el cuerpo femenino: “Cuando tenía 24 años me empecé a cuestionar profundamente sobre la realidad que no nos deja ser libres con nuestro cuerpo, porque existe un patriarcado máximo que nos dice cómo tienen que ser los cuerpos. Eso, al final, no nos deja estar en paz”.

Fue así que por medio del arte ha tratado de entender la relación con su cuerpo: “A veces no me siento tan cómoda en mi propia piel y dibujar ha sido una forma de sanar”, dice María.

Las señales del cuerpo

El tema del cuerpo siempre ha estado presente en la vida de María Conejo: “Comencé a conectar los puntos a partir de esta conciencia. La primera vez que me percibí a mí misma como un ser insignificante, que tuve una crisis existencial como a los cinco años, que es comparar mi cuerpo con el tamaño del universo. Esto también me hizo ver que lo único que poseo es mi cuerpo y es lo único que voy a llegar a entender y conocer, lo que va a ser realmente mío”.

La conciencia sobre el cuerpo también llegó a ella la primera vez que la acosaron en la calle, cuando las monjas en su escuela la regañaban por tener pornografía, que en realidad eran recortes de revistas donde aparecían cuerpos desnudos que ella guardaba para dibujar después.

Hubo muchas señales que la llevaron a sentir la necesidad de abordarlo: “Quería entender por qué el tema del cuerpo ocupaba tanto espacio mental, por qué era una incomodidad. Investigando, leyendo y dibujando he podido ir respondiendo mis propias preguntas”.

Y aunque su trabajo ha sido principalmente dibujo, la obra de María se ha diversificado. “Tuve un conflicto de si yo era ilustradora o artista, y con el tiempo entendí que mi práctica artística puede abarcar todos los lenguajes que yo quiera”

Esta exposición del Chopo fue colaborativa, pero en el 2021 tuvo su primera exposición individual, para esta presentó óleos. “Fue un intento de tratar de diferenciar que no soy ilustradora y sí soy artista, pero solo fue un capítulo. Todo mi trabajo está conectado entre sí, está separado en varios capítulos pero es una misma narrativa en diferentes etapas”.

Sus óleos muestran una etapa psicodélica con texturas, luces, oscuridad y fuego, el cuerpo femenino sigue presente.

De la Pussypedia y las redes sociales

María Conejo tuvo un punto de partida importante en su obra, este fue la Pussypedia, un libro ilustrado por ella, que es una guía imprescindible para deconstruir prejuicios y responder a todas las preguntas en torno a los genitales femeninos y su función en todo el cuerpo.

Este comenzó como un sitio web, pero en 2021 se materializó en un libro. “Fue algo muy trascendental en mi vida, el proyecto me hizo comprender que la relación que tenemos con nuestros propios cuerpos depende de qué tanto conocemos sobre ellos. Y con esto me di cuenta que hay muchas cosas que yo no conocía, que no sabía que había otras posibilidades y esto abrió mi línea de investigación más a la sexualidad, a los mitos fundacionales (como el del Génesis), los tabúes, entonces amplié mi campo de referencias”, dice María.

Escrito por Zoe Mendelssohn e ilustrado por María Conejo, este proyecto fue algo que las empoderó. “Me di cuenta de que el conocimiento sí es poder, y el poder conocer mi cuerpo me hizo pensar que existen muchas posibles realidades en el mundo y que nosotras podemos cambiar las narrativas mostrando otras formas de hacer las cosas, otras formas de relacionarnos con nuestros cuerpos”.

Esto hizo que tuviera también confianza en mi trabajo. Sé que tengo algo importante que decir y voy a seguir ocupando este espacio.

IG y X: @maria_conejo

Artistas que recomienda María Conejo

  • Asma, un colectivo de Hanya Beliá y Matías Armendariz; tienen una obra fantástica, con estética muy contemporánea, me gustan los materiales que usan.
  • Mónica Figueroa, sus dibujos son increíbles, poéticos y cargados de emociones.
  • Mariana Paniagua, la forma en que maneja el tiempo con sus óleos son muy místicas.
  • Paola Delfín y Fusca, dos muralistas que hacen trabajos gigantes y hermosos.