Distrito de Arte Urbano Doctores: un santuario para el Street Art
Para entender de lo que el arte es capaz, no necesitas leerte un libro de historia, solamente tienes que caminar por el Distrito de Arte Doctores.
Por: Raulí Monteros
Durante este mes el arte inunda la CDMX, lee la gran guía que hemos preparado dentro de nuestra revista Chilango de marzo.
En el barrio de la Doctores nació un auténtico distrito de arte urbano, un santuario para la libre expresión que se funde con la vida de sus habitantes.
Son más de 500 murales en la fachada de casas, negocios, escuelas, los que forman una exhibición que se regala indiscriminadamente. Una que no está constriñida al marco de un cuadro, a un boleto de entrada o una silenciosa sala de exhibición, sino que convive libremente con los sonidos, olores y sabores del barrio.
Las obras se sienten cerquita, vivas, parte de la flora y fauna de la ciudad. Se hallan detrás de la parrilla de un puesto de tacos, junto a una barbería ambulante, acompañando los pasos de los transeúntes.
Algunas piezas tienen consignas de protesta, otras son completamente abstractas, con motivos kawaii, infantiles. Hay de todo, pero nada es improvisado: las obras llevan un proceso de curaduría y los artífices saben bien lo que hacen.
El Distrito de Arte Doctores tiene un prestigio tal, que ha atraído la participación de artistas nacionales, de Asía, Europa, África y de otros países de LATAM.
MUJAM: su epicentro
La fuente de gran parte del Street Art, es el Museo del Juguete Antiguo. En este lugar el arte encontró un lugar seguro para nacer y reproducirse hasta desbordar los límites del edificio.
En 2007, Roberto Shimizu, hijo de padres japoneses, decidió abrir al público su colección de juguetes.
Poco a poco, lo que solía ser una antigua residencia para inmigrantes japoneses se convirtió en un museo con más de 30,000 piezas en exhibición.
Un poquito de la historia del Distrito de Arte Urbano Doctores
El proyecto de arte urbano tomó vuelo, cuando el arquitecto Roberto Yuichi Shimizu Kinoshita, hijo del fundador del museo, decidió transformar una fábrica de textiles abandonada en un foro cultural.
A través de redes sociales convocó a bailarines, actores, bandas de rock, cuentacuentos, artistas plásticos, a presentarse en este spot. Muchos de los que le cayeron fueron, precisamente, artistas urbanos: la fábrica les dotó de un espacio, que les había sido negado por muchos.
El Street Art tapizó la fábrica y el museo, por lo que Roberto (hijo) comenzó a gestionar, curar y producir murales en lienzos más amplios: las calles de la Doctores.
No existían patrocinadores, ni campañas sociales que apoyaran al proyecto, aún en la actualidad, las pintas se financian, en su mayoría, con recursos particulares. Los murales se lograron gracias al entusiasmo de las y los artistas, el dinero de la familia Shimizu y el esfuerzo de Roberto.
Se acercó a las y a los dueños de pequeñas tiendas, fondas y talleres, para ofrecerles intervenir (gratuitamente) sus fachadas. Muchos comerciantes aceptaron primero, al considerarlo una forma de repeler a los grafitis y después, por la belleza de las obras.
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Regenerando comunidades
El dar y el servir a otros, es lo que mueve a Roberto. “Mi papá nos enseñó que siempre debíamos estar agradecidos con México”, comenta. Su compensación principal es ser testigo de cómo el proyecto ha transformado su entorno, en cómo ha impactado en el ánimo de los vecinos, el ambiente y la manera en que ha combatido la estigmatización de la zona. “Gracias a los murales, la gente de la Roma comenzó a caminar a la Doctores”, explica.
La banda se siente orgullosa de sus murales. “¿Ya viste el dibujo que está de aquel lado?”, me pregunta un comensal almorzando en un puesto de garnachas. “Mi favorito es el que está en x calle”, comenta una mujer que vende dulces.
Roberto sabe del cariño y agradecimiento de los vecinos “Nos saludan los viene y viene, la señora del puesto de tacos”. “Cuidan a nuestros artistas, hay quien les lleva un agua de jamaica de su casa, quien les invita algo de comer”. “Una vez nos regalaron gorras para cubrirnos del sol”, recuerda.
Los murales y su poder regenerador alcanzaron escenarios aparentemente distantes. Se han armado intervenciones en orfanatos, penitenciarías, en institutos para mujeres y hombres con discapacidad
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¡Arte urbano… de la Doctores para el mundo!
El arte urbano, en silencio, con la pura fuerza de sus colores y formas, sin necesidad de una campaña de marketing o de grandes presentaciones, alcanzó fama internacional.
Observando el florecimiento del muralismo en la CDMX, tres investigadores alemanes llegaron a México a indagar en su origen, concluyendo que la fuente, en gran media, era —por supuesto— el Street Art MUJAM.
Más de 6 mil murales en México, Estados Unidos, Brasil, Argentina han sido producido por este team. Shimizu ha sido publicado en diversos medios de comunicación nacionales y extranjeros, también fue invitado cómo ponente en la UNAM y hasta en la Universidad de Harvard.
Para entender de lo que el arte es capaz, no necesitas leerte un libro de historia, solamente tienes que caminar por el Distrito de Arte Doctores.
