Una de las escenas típicas de cualquier paseo por el Centro Histórico de CDMX es la del Baño de Fuego.

A diferencia de lo que muchos piensan, no se trata de una limpia ni de un ritual, sino de una tradición prehispánica que ha pasado de generación en generación.

El baño de fuego tiene como objetivo purificar las energías de las personas, y para ello se utilizan varios elementos.