fast fashion

Especial.

5 de octubre 2021
Por: Mariana Riestra

¿A qué nos enfrentamos cuando dejamos de comprar fast fashion?

La compra de fast fashion está haciendo de la moda una industria insostenible. ¿Qué pasa si reducimos nuestro acelerado consumo?

Es importante que reflexionemos sobre los productos que consumimos y de dónde vienen, ¿pero en verdad es sólo cuestión de fuerza de voluntad el dejar de comprar a las grandes cadenas que se dedican al fast fashion?

Los terrores del fast fashion

La industria de la moda es la segunda más contaminante del mundo. De unos años para acá, cada vez es más normal que escuchemos sobre los terrores del fast fashion: el agua desperdiciada, las toneladas de ropa que son utilizadas tan sólo un par de veces y después desechadas, las terribles condiciones de trabajo a las que se enfrentan las miles de trabajadoras (porque sí, en gran medida son mujeres) en la industria. 

Se estima que de las 75 millones de personas que manufacturan la ropa que vestimos, 80% son mujeres entre 18 y 24 años, la gran mayoría de ellas ganan menos de 3 dólares al día trabajando en condiciones deplorables como lo evidenció el derrumbe del edificio Rana Plaza, en Bangladesh, hace 8 años.

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Es por ello que las condiciones de la industria textil son un problema feminista: el precio relativamente bajo de nuestra ropa lo está pagando alguien más. A pesar de que es responsabilidad de las grandes marcas el cambiar sus modos, podemos tomar decisiones políticas y personales sobre este tema.

¿Qué es el slow fashion?

A diferencia del fast fashion, que responde al mundo veloz en donde las tendencias cambian semanalmente y lo que era emblemático la semana pasada es considerado feo ésta, el slow fashion busca crear consumidores responsables por medio de la creación de accesorios y prendas que podamos utilizar durante mucho tiempo y cuya producción sea más amable con el medio ambiente. Así, el slow fashion se opone a las grandes cadenas de producción que se han vuelto tan normales de veinte años a la fecha.

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Sin embargo, el slow fashion o la moda sustentable no son siempre son una verdadera opción para muchas de nosotras. En esta nota te platicamos sobre los grandes obstáculos a los que nos enfrentamos cuando dejamos de comprar fast fashion y cuáles son las alternativas si es que te encuentras en alguna de estas situaciones. Aquí te mencionamos algunos de los más significativos:

¿Es posible dejar de consumir fast fashion?: Obstáculos hacia el consumo responsable

  1. Precio

Uno de los obstáculos más grandes y evidentes cuando buscamos artículos de moda ética o sustentable es el costo alto que tienen las prendas cuando no provienen de las tiendas que solemos encontrar en las plazas y centros comerciales. A pesar de que el costo extra suele venir acompañado de ropa de mejor calidad que dure más tiempo en nuestro clóset, no todas contamos con los ingresos necesarios como para solventar pagar más dinero del que ya destinamos para vestirnos.

2. Tallas

Quizá otra de las grandes razones por las que algunas de nosotras no compramos ropa de marcas de slow fashion es debido al poco rango de tallas con los que muchas cuentan. Ésta es definitivamente una de las críticas más pesadas que se le hace a muchas tiendas de moda sustentable y, aunque, cada vez exista más inclusión para cuerpos diversos, todavía estamos lejos de que existan las mismas opciones —y una representación a la par— como lo existe para los cuerpos normativos y las tallas chicas.

3. Tiempo

Ahora bien, buscar información sobre qué tan éticas son las marcas de las que compramos, sobre si pagan un sueldo justo, que si utilizan recursos sustentables, puede tomar mucho tiempo, incluso más tiempo del que creemos. Por fortuna, cada día existen más páginas web que hacen la investigación por nosotras y nos sintetizan la información sobre algunas compañías. Sin embargo, debemos aceptar que comprar responsablemente nos tomará más tiempo que el simple escoger algo en el Zara o Forever21 más cercano.

4. Falta de accesibilidad

Por último está la falta de accesibilidad. Aunque cada vez existen más tiendas que optan por la producción ética, no todas podemos comprar sus productos, ya sea porque no hay locales que vendan slow fashion cerca de ti o porque sólo puedes comprar los artículos online y quizás no cuentas con una tarjeta de crédito o una conexión segura de internet.

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Pero entonces, ¿cómo podemos dejar atrás el fast fashion y sobreponernos a estos obstáculos con los que nos encontramos al querer consumir de manera responsable?

  1. Reconoce que nunca serás una consumidora perfecta, pero que sí puedes convertirte en una consumidora más responsables.
  2. Trata de consumir prendas locales que no sólo apoyan a empresas pequeñas, sino que también suelen regirse por los parámetros del comercio justo.
  3. Compra en bazares de ropa de segunda mano y dona la ropa que ya no necesites en lugar de sólo tirarla a la basura.
  4. Organiza espacios donde hagas trueque de prendas que ya no utilices con tus amigas.
  5. Si no tienes otra opción más que comprar fast fashion, maximiza el tiempo de vida de la ropa al enmendarla o alterarla conforme lo necesite.