ENVY

"Ah es en Palmas 500". Esta es una la común expresión de
ponientucos frente a la respuesta a la pregunta por este antro gay fresón. Si,
este spot ha sido la sede de muchas propuestas antreras, pero ninguna ha
logrado alcanzar la fama de la que se ha hecho el Envy. Así es, este es la mera
envidia del pueblo. El lugar es enorme, donde los dos pisos se atiborran de
grupos (mayoritariamente chicos) nice que bailan, toman y ligan. Dentro de la
concurrencia se escapa uno que otro buga que defienda la fiesta gay como los
mejores reventones que ofrece la ciudad. La música es lo mejor, empiezan con
hits en inglés y español ochenteros y noventeros para ir cerrando con los
mejores beats del pop contemporáneo.

Dato curioso: El baño es mixto, los cubículos de buen
tamaño, espejos por todos lados, y al pasar el momento de la borrachera, éste
se convierte en una reunión de ligue y cachondeo muy coqueto.

LIPSTICK

Escuchas el nombre de este lugar, y es casi imposible no
imaginar labios carnosos pintados de rojo en una mujer bisexual ultra sensual.
Sin más que decir, es el hot spot gay (visitado más por chicas) del corredor Amberes
en el pink Light district. El ambiente es tan cachondo y chic, que hasta una
buga optaría por morder del mismo lado de la manzana. Hay chows de mujeres
super sexys bailando para dejar a todas las demás con la boca abiertas, y en la
música, simplemente hay de todo.

Dato curioso: Bartenders con cuerpos espectaculares se
quitan la camisa para servir como se debe.

REWIND

Para regresarle, ponerle Play y evitar el Fast Forward. Una
noche aquí querrás que se repita una y otra vez. El Rewind abre los miércoles, el
día cool de la semana. Aunque condesero, la onda es meramente fashion, muy al
estilo del Momma. Farandulero, chic, gente guapa y con tintes trendys
importados de la quinta avenida chilanga. El lugar destaca por ser un lounge
que ofrece de los mejores martinis de la zona.

Dato curioso: Es en el Le7 (Campeche 367, Condesa)

KEN

El usurpador del tan afamado Love-Ixchell que cerró para
abrirle camino a este lugar. Un antro gay poco pretencioso pero para probarlo,
saborearlo, y convertirte en un fiel parroquiano. Mantiene la decoración del
antiguo lugar, con tintes underground, vestigios vintage y una pista iluminada
como el centro de atención. Decimos que es poco pretencioso por que hay modas
de todo tipo, edades desde veinteañeros a cuarentones, pero eso sí, la
concurrencia está pintada, en su mayoría, de mera testosterona. Es pequeño y
esto lo hace exclusivo y te da altas probabilidades de un ligue potencial.

Dato curioso: Se rumora que la idea del nombre sale del
muñecote de Barbie, que todos sabemos que nomás no se le daba tirar al bando
straight.(Medellín 65, Roma Sur
)