Chilango

Los Remedios

Francisco Diez

"Un brindis cuatacho"

Dos capas de ventanales protegen el "fuerte cantinero" para evitar que
el ruido del tráfico penetre en el lugar. Decoraciones artesanales caen
del techo y a las paredes las engalanan diseños como la imagen
hipnotizante de "La Doña" y una frase célebre de la borrachera: la
última y nos quedamos. Y es que se disfrutan al tope con una parrillada
de arrachera, chistorra, chorizo y brochetas al centro. Para el choque
de tarros y el brindis febril, las chelas rolan entre los $35 y el copeo
tequilero por ahí de los $80. Tiene tintes de cantina provinciana y la
música ranchera en vivo va ad hoc.