Dormir durante el vuelo fue la gran ayuda para recuperar fuerzas. El clima esta muy frío, imagino que alrededor de 9 grados. Nos obsequian un chaleco con el bordado de J&B, se agradece el regalito por que el clima esta prácticamente inaguantable. Mientras maldigo el terrible frío el paisaje me deja con la boca abierta. Ushuaia, la Tierra del Fuego, el fin del mundo, la tierra que está a dos míseras horas de la Antártica. La escenografía: la última parte de la cordillera de Los Andes. Parece una aldea de ensueño, con casas coloridas, bosques engalanados con pinos enormes y una promesa de la mejor fiesta del año. Llego a “Las Hayas”, hotel en medio de un cerro con excelente atención y una vista paradisíaca. Tomo unas cuantas fotos y me apresuro a bañarme, interesantes entrevistas me esperan.