El perfil de este borracho

El tradicional “yo doy todo por mis brothers”. Mantiene una relación casi homosexual con sus cuates, además hace destacable su homofobia apodando a sus cuates con la típica terminología “marica”, “pu$%”, “gay”, etc. Entre ellos, suelen marcarse más de tres veces al día para saludarse e intercambiar cualquier tipo de comentario banal. Sin embargo es fiel, leal, noble y el buen amigo de la banda.

Escena del crimen

Por cualquier tipo de malentendido sea con: el mesero, el de la mesa de a lado, el amigo del amigo, o simplemente por que voló la mosca, busca pleito. Busca el menor pretexto para buscar y encontrar golpiza. Si la borrachera le mueve el piso suelta patadas de ahogado que lo terminan en el suelo. Si todavía su nivel etílico es considerable, suelta uno que otro golpe para probar lo machín que es. Eso sí, lo destaca su cara de furia y su necedad desmedida.

Al día siguiente…

No se puede ni para al baño. Le duele todas las partes del cuerpo, pero le llama a cada uno de los cuates para revivir la experiencia. Se queda como la historia que contar por el resto de la semana en el salón de clases, en la chamba y hasta con los abuelos. Un ojo morado y la mano completamente lastimada son su trofeo.