Y así empezó la historia…

Un día fui con mis cuates de la chamba a una comida/borrachera, pero en su mayoría estaban los jefes de jefes. Las cosas estaban bien, buena comida y buen trago, hasta que por mala copa se me ocurre pedir un tinto después de haber tomado como ¡6 cubas de ron! Obviamente el vino era para compartir porque realmente estábamos pasando un buen rato y pues yo quise compartir el vino. Nadie hizo segunda por que todo el mundo sabe que el ron y el tinto nomás hacen corto circuito, pero en mi necedad (aparte que era un tinto muy bueno y a un excelente precio) terminé empinándome la botella yo solo.

Y lo peor…

Al final, ya andaba realmente hasta atrás y diciendo pura babosada ja ja ja discutiendo, entre otras cosas, de situaciones de la chamba que según yo iba a poder resolver mejor que los jefes.
Cuando me fui ya un poco mareado y molesto sin razón alguna, descubrí que en el valet parking le habían pegado a mi coche y al reclamar terminé peleando a golpes con los del valet. Tuve que dejar mi coche en el estacionamiento (obviamente me fue mucho mejor porque seguro en buen estado le hubiera pegado el triple de fuerte). Para reclamar el golpe al otro día estando sobrio, fue todo un show.

En fin…

Tiene 2 meses que pasó y como no he identificado la razón de mi mala copa mejor me he abstenido últimamente.
Bueno pues esa es la triste pero verdadera historia ja ja ja
¡Saludos!

“El vinos”

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