Un grupo de amigos asume que en la ciudad no hay un espacio para el new wave y decide hacer su propio bar como un homenaje hacia la corriente musical. Así nació este pequeño espacio en la Condesa.

Amantes también del post punk, todo el ambiente de este lugar gira en torno a la música que se escucha de Depeche Mode, The Cure, Talking Heads, The Smiths, Joy Division -por supuesto New Order- y las corrientes estrechamente relacionadas con el género.

De jueves a sábado rola un pool de dj’s que mezclan canciones, mientras que el resto de la semana suenan playlist.

Josué Tavera es el mixólogo que diseñó la carta de tragos en Wave. Inspirados en el propio concepto, o sea, representando la música a través de ingredientes, destacan New Romantic (subgénero del new wave), con albahaca, toronja, mezcal y un trozo de sandía para adornar (afín a las chicas), y el Major Tom (como el personaje que creó David Bowie para su canción Space Oddity), a base de gin, con toronja, romero, uva y manzana (para los chicos). Hechos con elementos naturales.

El lugar evoca los viejos bares de Manchester, con tuberías cromadas en el techo y mesas y sillas breves para aumentar la capacidad. Llaman la atención las enormes letras neón con el nombre del bar detrás de la barra, justo debajo de un busto de Bowie.

Para botanear proponen snaks: cinco mini hamburguesas ensartadas por el centro en un asta, acompañadas de salsa BBQ y mayonesa, o los mini roast beef sandwich, con queso suizo, jitomate y arúgula, con aderezo british buttery sauce. De sabor normal, pero a un costo que podría exigir más.

Los miércoles son de arte, así que si pasas por Wave este día de la semana, es probable que te encuentres con una pequeña exposición (que montan en uno de sus muros) o la presentación de un libro. Todo un estuche de monerías para visitar, al menos, alguna vez en tu vida.

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