Es un lugar elegante, pero no pretencioso. No es raro encontrarte a gente famosa, sin embargo, no vas a gastarte una fortuna. Es íntimo, minimalista y la música crea una atmósfera tranquila; conforme avanza la noche, se pone más rítmica, con house, deep house y underground, aunque no se convierte en antro.

The Monkey Bar nació con la idea de regresar a los orígenes, a los básicos, por eso usan ingredientes orgánicos –cultivados en su propio huerto– para crear tragos asombrosos.

El mixólogo Erick Rodríguez, campeón nacional del Bombay Sapphire, tiene una historia que contar en cada una de sus creaciones, como la del Mireya, un delicioso trago, muy “girly”, que tiene una historia de un amor imposible, pídele que te la cuente. Mientras que El Árbol del Rey es una combinación sabor a mamey con amaretto, whisky y esencia de cítricos, maridada durante 10 días.

La comida no se queda atrás, el Chicken Satay, brochetas de pollo con pimienta de cayena con deep de cacahuate, va a hacer que te chupes los dedos. Es así que este pequeño bar nos deja claro que lo más importante para ellos es que la clientela adopte este bar por su relación precio-calidad y calidez.

Facebook.com/themonkeyroma