Este lugar, dentro de Plaza Escenaria, tiene dos caras: Rivoli es el antro de electrónica y pop –a todo volumen– que tiene una amplia barra para pedir tragos y varios sillones, desde los que tienes la mejor vista de la pista de leds; y al lado está Lia, el mejor lugar para agasajarte con reguetón.

Chicos y chicas en los veintes y treintas –con caras bonitas y vestidos cortos– bailan remixes de Calvin Harris y Rihanna, mientras en la mano sostienen coquetos vasitos con coctelería que prepara Dayan, la bartender. Un Bombay Shapphire es una verdadera expresión de color azul en tu boca: mezcla curazao, licor de durazno, jugo de piña, refresco de limón y ginebra, realmente refrescante.

Atrévete a tomar un Rivolito, un shot con jugo de toronja y de arándano, y sobre el que se pone una mitad de guayaba natural llena de absenta flameada, resultando un sabor concentrado de anís y hierbas.

Cuando la novedad haya pasado, date una vuelta a Lia, la terraza en la que existe un mundo aparte. Está al lado y ahí la edad promedio no rebasa los 25. La música es sólo reggaetón y hip-hop.

Puedes pedir la misma coctelería que en Rivoli, sólo que lidiarás con el poco espacio, pues el cuerpo a cuerpo es indispensable para disfrutar de este gusto culpable.

Cover: $200