Milo’s Bistro, también tiene bar. Su fama en la cocina mediterránea es innegable, sin embargo, la experiencia de sentarse en la barra al aire libre y pedir un buen trago superó cualquier expectativa.

La coctelería busca un equilibrio entre lo exótico y lo clásico, el concepto de esta barra fue creado de manera que los productos utilizados en cada combinación den como resultado sabores poco comunes, agradables y cero pretenciosos.

Recomendamos llegar al caer la tarde y probar el Martini Milos que lleva ginebra, lychee y jarabe de rosas hecho en la casa. Si buscas algo más fuerte el pasión mojito está riquísimo y pegador, lleva maracuyá, albahaca y ron. Nos encantó el aperitivo de la casa, que lleva oporto blanco quinado y una rodaja de naranja. Y como si nos abrió el apetito botaneamos con unos rollos vietnamitas envueltos en papel arroz, rellenos de verduras y camarones (una especie de versión ligera de los rollos primavera).

Si eres de los que prefieren una buena copa de vino, la selección es impecable, pues su cava tiene selección de  4 países ( Argentina, Chile, España y México) y puedes pedirlo por copa o botella ( la relación precio calidad es excelente) Si ya vas en el mood de copita de vino te recomendamos pedir mesa en el salón interior que tiene cierto aire vintage, que además mantienen a media luz con velitas en cada mesa.

Ideal para una salida en pareja o echar el drink mientras trabajas porque tienen Wi Fi sin restricción. El servicio es atento y amable, puedes quedarte la tarde entera sin que te sientas acosado y están pendientes de lo que necesitas.

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