Este bar podría ser uno de los secretos mejor guardados de la calle de Tamaulipas; por fuera es muy discreto y puede pasar casi desapercibido… pero es una buena opción para echar unos drinks en un ambiente bohemio.

Basta bajar unas escaleras para conocerlo. El lugar tiene ondita europea y recuerda algún pub inglés o una coffe shop de Amsterdam. Es pequeño y acogedor, consta de unas cuantas periqueras y la barra. Lo que más suena es house y música en inglés. Los jueves hay banda en vivo.

Uno de los puntos fuertes es su barra, empezando por la selección de cervezas artesanales que manejan como la Tempus o la Minerva ($25), hasta cosas más sofisticadas como los tragos que han inventado… si estos te gustan más prueba el Tutsini, un martini de arandano, con gin y una paleta tutsi pop ($90) o el Makena un martini de pepino, gin, vodka y refresco de limón.

Para quien no puede beber sin botanear, se jactan de tener muy buena cochinita pibil, y los panuchos son muy recomendables ($15).