Sabemos que el rescate y renacimiento del mezcal como bebida chilanga, provocó una especie de propagación de santuarios mezcaleros a diestra y siniestra. Aunque la oferta era abundante solo algunas traían una propuesta innovadora.

La Botica marcó una diferencia entre mezcalerías hechas al calor de la nueva moda del mezcal y las que realmente valoraban el consumo de este destilado. Aquí los mezcales, licores y cremas de agave siguen siendo los protagonistas de su barra, en la botaneada los chapulines y el queso Oaxaca dominan la escena, pero también hay tamales.En esta sucursal hay una rockola con una buena selección musical, que va determinando de acuerdo a la canción que suena, el número de mezcales consumidos.

En su decoración mantienen ese toque mexicano kitch que se acomoda al cliente nacional y extranjero, pero sin exagerar. La carta sigue siendo el pedazo un cartón donde su amplia carta mezcalera hace tengamos que regresar para probar una copita de cada variedad(minero, miahutlán, cuesh, tobalá, papalote, cenizo, sotol, verde, curandero, pata de mula) Además, se mantienen comprando mezcal hecho artesanalmente por productores mexicanos de diversas partes del país.

Si estás de ánimo cantinero puedes pasar a botanear sus tradicionales habas y acompañarlo con unaJuana Sangrienta, que es una cerveza preparada con mezcal, sal de gusano y clamato.Si le caes a la hora de la comida puedes saborear los tamales rojos, verdes o de mole, eso si con un trago derecho del mezcal Cedrón te sabrán a gloria.

Ésta sucursal tiene algunas mesas afuera para que puedas echarte el cigarrito a gusto. Además puedes pedir que pongan algunas rolas de tu iPod, te dan chance, así que elige bien cuales quieres poner.

Dress code: Como tú gustes.

Facebook.com/laBoticaMezcaleria