Aquí parece que la mayoría vive cerca y se conoce. Desfilan chavitos de no más de 25 años que se saludan entre sí, y una que otra pareja de chavorrucos queriendo mezclarse con la juventud mientras suena reggaetón. Ése es, básicamente, el panorama en el Pretexto, un lugar en la Nápoles para el precopeo donde abundan las botellas de Bacardí en las mesas y las paredes blancas con dibujos de Tin Tan, Jorge Negrete, Pedro Infante y otras figuras del cine mexicano –que en realidad no combinan con la música que marca el ritmo de las luces verdes que tintinean en el ambiente–. Si te quedas más de lo esperado, escucharás también algunas norteñas y cumbias.

Pasar por unos tragos está limitado a un par de cervezas a buen precio, o mezclas básicas de licores, como la Boligoma, que lleva jugo de naranja, piña, uva y vodka. Es recomendable llegar temprano para agarrar un buen lugar y ser muy paciente, porque el servicio es lento, aunque amable.

En sábado, el mood cambia cuando el antro se llena de adultos deseosos de raspar las botas en la pista y disfrutar con música de banda. Este día, el precio del cover y de las bebidas en la carta se eleva, además de volverse indispensable tu identificación oficial para entrar.