Está en Interlomas, zona de poca invasión antrera y que para oídos de muchos, llegar aquí es como aventarse una travesía a un lugar lejano e inhóspito. Los rumroes son ciertos, pero el concepto del Classico se esparcía viralmente como la influenza en su clímax de contagio. En la famosa “Piazza”-el centro comercial de ondita que con restaruantes, bares y boutiques le da sabor a la zona-la cadena acapara la entrada de los elevadores y los púberes se enfrentan temerosos a la arrogancia del titán de la entrada.

La decoración es típica de lugares como éste: candelabros de altura y sillones vintage hacen tributo a la tradicional decoración de los “classicos”. Al pasar la medianoche la pista al centro e ilumianda al estilo disco, se retaca de gente bailoteando sin parar. El plus del lugar es la terraza para fuamdores, un deck que no sólo consiente a los viciosos sino que se convierte en el punto de reunión socialité del antro. Tiene vista paradisiaca de la zona, calentadores para friolentos, silloncitos y una barra con un extenso repertorio de drinks. Es el lugar perfecto para presenciar el amanecer, y es que aquí la ley de las tres de la mañana no aplica porque está en el estado. No te recomendamos dejar tu coche en el valet que la espera es eterna.