Por: Miranda Bringas

La Piedra tiene todo para convertirse en una cantina de culto. La decoración se distingue por sus motivos mexicanos llevados a lo elemental: la madera, las plantas y el techo de tejamanil dan mucha calidez al espacio. Llama la atención su excepcional sistema de audio y de iluminación, que puede regularse de manera independiente en cada mesa. ¿Vas con tus compas y quieres ver y escuchar un partido? Lo tienes. ¿Vas en plan romántico y prefieres música a un volumen tenue? Concedido.

¿Qué más? La comida es deliciosa. Buena parte del menú está conformada por entradas, perfectas para compartir. Las tradicionales cazuelas cantineras con chicharrón prensado, elote o huitlacoche son opciones muy convenientes si vas con un grupo grande. El hit es el taco de langosta, que sirven al estilo Ensenada: tortilla de harina, frijoles negros, medallones de langosta, pico de gallo y esquite.

Como es habitual en una buena cantina, ofrece distintos ambientes a lo largo del día: a la hora de la comida hay tríos o mariachi, mientras que en las noches –de jueves a sábado– estarán los DJ poniendo, principalmente, house. La gente que verás aquí son vecinos de Polanco y muchos viajeros extranjeros que duermen en los hoteles de la zona.