Este enorme local de tres pisos se llena a la hora de la comida por oficinistas y banda local. Tiene una clientela fiel a la cual los meseros saludan amigablemente. Como no hay reservaciones, lo mejor es llegar temprano (2 de la tarde) y evitar las filas para encontrar mesa. La carta está compuesta por comida yucateca, menú que incluye los platillos preferidos de los parroquianos: papadzules, queso relleno, sopa de lima y cochinita pibil. A ratos el servicio es tardado, llévate tu aperitivo elegido a la terraza de fumadores y disfruta de la vista a la frontera Condesa-Escandón.

En el piso de cantina consumiendo tres tragos tienen derecho a la botana que hay por día.