Recuperando el antiguo estilo bohemio y cultural de la Zona Rosa aparece el Bukowki’s, un bar que se levanta en el segundo piso de uno de los conceptos más queridos en lo que a libros y cultura se refiere: La Cafebrería El Péndulo.

En “Días de Guardar”, Monsivais describe a la Zona Rosa como punto de encuentro de artistas e intelectuales en busca de espacios innovadores, interesantes y libre de prejuicios. El Bukowski’s recupera mucho de esa esencia, su decoración con clara influencia neoyorkina recuerda a los diseños de Phillippe Starck y al ambiente de midad del siglo XX. Se divide en dos espacios: el interior es acogedor y urbano, rodeado de libros y con el piano en un lugar estratégico para que todos puedan disfrutar su sonido, y la terraza, cuyo ambiente es más lounge, se puede fumar a gusto y pasar la tarde con coctel en mano sin preocupaciones.

Nos sorprendió su amplia oferta de cocteles, probamos uno de los mejores Dry martini de la ciudad. Si se te antoja algo más dulce, la opción es el martini de Lychee que está buenísimo. Si buscas algo más fresco, el mojito tradicional está muy bien servido (todos los tragos llevan 2 onzas del licor base, o sea que tienen buena mano).

Su carta de botanas es surtida y de calidad. No se le puede definir dentro de un estilo de cocina, más bien parece que cada plato ha sido elegido para transmitir algo de del escritor con cuyo apellido fue bautizado cada platillo. Probamos los increíbles montaditos de atún, que son el hit para compartir. Las patatas bravas Ginsberg, advertimos que son picosas pero no podrás dejar de comerlas. Otro de nuestro favoritos para acompañar tus tragos fueron las Cáscaras de papa Faulkner, que son medias papas rellenas de puré con tocino, aceitunas o pavo.

La música es variada con tendencia al jazz, funk y bossa nova. Hay sesiones de música en vivo. Si checas la cartelera por internet podrás disfrutar alguna de estás presentaciones al más puro estilo vintage cincuentero.

La clientela es diversa, así como puedes encontrar a un grupo de universitarios cheleando, también te toparás con intelectuales que acompañan su lectura con un trago derecho, o hasta oficinistas despistados buscando donde echarse un trago de media semana. Es incluyente y libre de etiquetas.

Si andas por la Zona Rosa visita este espacio donde cultura, libros, música y alcohol son una combinación irresistible.