La fachada es intimidante, pero la espera en la cadena no es tortuosa. El único requisito para entrar: vestimenta fresona. la llegada te sorprenderá, pues la decoración chic y las minifaldas engalanan la escena. Antes de abrir pista hacen tributo a los grandes éxitos de las últimas décadas. El momento de mas euforia empieza con rolas de Magneto y algunas ochenteras clásicas. La onda es echar el baile en la pista donde muchos buscan su ligue de la noche. Las mesas son pequeñas y el espacio a su alrededor aún mas. El coctel es la jarra de Baby Mango. No esperes mucho del servicio.