Unas escaleras te llevan al bar. La decoración es sencilla; sillas y mesas modernas de madera sobre un reluciente piso de duela. Te sentirás en la casa de alguno de tus amigos; al fondo hay una sala e incluso hay una chimenea.

La música del lugar es variada, pero principalmente en español. En su mayoría van jóvenes quienes se encargan de poner el ambiente.

Los precios del lugar son muy accesibles. Una chela te vale 15 pesos. Y las botellas van desde 450 hasta 1250. Eso sí, asegúrate de pagar, ya que cuando quieras abandonar el lugar, te pedirán tu pase de salida. Cuenta con servicio de valet parking (que podría ser mejor) con un costo de 35.