Perderlo todo, para ganarlo todo

Muchos vivimos aferrados a nuestro miedo. No queremos soltar lo “poco” que tenemos…, y nos perdemos del gran abanico de posibilidades que tendríamos si nos atreviéramos a agarrar nuestro miedo y, en vez de utilizarlo como algo que nos paraliza, lo usáramos para impulsarnos a llegar más lejos.

Por ejemplo: Estoy enamorada(o) de mi mejor amigo(a) y llevo varios años así… No quiero soltar la relación porque me da miedo “perderlo” y quedarme sin su amistad.

Seamos honestos, ¡no son amigos! Tú no estás ofreciendo una amistad honesta y sincera, tus intenciones son distintas. Estás ahí con la esperanza de que algo ocurra y él/ella se enamore de ti. ¿Qué pasaría si te arriesgas, sueltas el miedo y te lanzas con todo? Si eres auténtica(o) y estás dispuesto a poner en riesgo tu zona de confort –tu “amistad”–, en aras de ganar una relación, tal vez tu amigo(a) se enamore de ti. O puede que no. No hay garantías. Pero el simple hecho de atreverte y ser honesto con el tipo de relaciones que quieres en tu vida –créeme– te va a hacer sentir mucho mejor y más pronto de lo que crees encontrarás una persona con la cual compartirte auténticamente.

¿Cómo podría llegar alguien –que valga la pena– a tu vida si tú sigues
aferrado(a) a otro alguien? No hay espacio. Por eso, te recomendamos: abre los brazos, suelta lo que sea que tengas en las manos y estate listo(a) para recibir algo mucho, mucho más grande.

La invitación de esta semana: lanza la piedra lejos, no te conformes. Usa el miedo a tu favor… esa relación extraordinaria con la que sueñas todos los días ¡es posible!